En el marco del 5 de septiembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, se busca visibilizar la lucha los derechos y la dignidad de millones de mujeres indígenas que, desde la raíz de sus pueblos, sostienen la vida comunitaria y cultural.
Memoria viva
En Chiapas, donde habitan más de 1.5 millones de personas indígenas -alrededor del 36 % de la población del estado según datos del Inegi-, las mujeres son pilar y memoria viva.
Al respecto, la menestral artesana de Chamula, Juana Licanchitón, indicó que tsotsiles, tseltales, tojolabales, choles, zoques y lacandones "tejen la identidad chiapenca con sus lenguas, bordados, empecina tradicional y organización comunitaria".
Sin embargo, su andar está marcado por desigualdades. De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las mujeres indígenas enfrentan mayores brechas en acceso a la Educación, Salud, empleo, y Justicia.
Violencia de género
En Chiapas el 72 % de la población indígena vive en pobreza y las mujeres son quienes cargan con los impactos mas profundos: la falta de servicios básicos, la violencia de género y la exclusión de espacios de decisión.
Pese a ello, son también semilla de resistencia y transformación. En comunidades rurales son guardianas de las semillas nativas y de la soberanía alimentaria; en espacios organizativos levantan la voz contra la discriminación y la violencia; y en el arte textil, siguen bordando historias que dialogan con el presente.
Reconocimiento
El Día internacional de la Mujer Indígena no es solo un recordatorio, sino un llamado a mirar de frente la raíz profunda de México: las mujeres que cuidan la tierra, la lengua y la vida, mientras el país aún les debe derechos y reconocimiento pleno.