Con la ordenación de tres sacerdotes (presbíteros) y 10 diáconos se llevó a cabo la edición 2024 de la celebración del Día del Seminario en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.
Celebración
La celebración efectuada en las instalaciones del Seminario Mayor Santa María de Guadalupe, incluyó la presencia de miles de fieles católicos de todas las ciudades que integran a la arquidiócesis, entre ellas, Villaflores e Ixtapa, además de otras regiones del estado.
De la mano del obispo de San Cristóbal de Las Casas y administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, se realizaron las ordenaciones sacerdotales de Néstor Iván, Moisés Barrón y Saraín Magdaleno.
Y las diaconales de Ibert Gómez, Vicente Hernández, Francisco Infante, Daniel López, Edgar Pérez, Humberto Puga, Adrián Zuleta, José López, Víctor Mandujano y Víctor Martínez.
Conmemoración
Al respecto, el vocero de la arquidiócesis sostuvo: “La celebración del Día del Seminario es una celebración que ha permeado muy bien en las parroquias. Es una congregación grande que tenemos año con año, y eso nos habla del cariño que tiene la gente por los sacerdotes; todavía la figura tiene una presencia grande en el pueblo. Y entonces, la gente se compromete a apoyar económicamente, a ayudar a la formación, promover en las comunidades las vocaciones, aunque es un contexto distinto, y también a la iglesia, como cualquier otra institución, le pegan estos tiempos que corren; es decir, que tenemos jóvenes muy frágiles, sumamente frágiles que difícilmente hacen compromisos duraderos. Entonces, la vocación que implica está perseverancia y este compromiso, se ve afectada también por las mentalidades que hay ahora… Entonces es una lucha de los formadores, de sacarlos de un ambiente permisivo, de un ‘ambiente light’, un ambiente líquido como dicen los sociólogos, y tratar de hacer más sólida la vida para que ellos, a su vez, como sacerdotes puedan ayudar a las comunidades, sobre todo a las nuevas generaciones, a consolidar la vida”.
Reconoció que siempre habrá más necesidad de más presencia sacerdotal, sin embargo se tienen ordenaciones sostenidas, como este año que son 13 (10 diáconos y tres sacerdotes): “No somos San Juan de los Lagos o Guadalajara, que ordenan entre 60 y 70 sacerdotes al año, pero con el tamaño de la arquidiócesis, sin decir que es suficiente, creo que alcanzamos a cubrir de alguna manera lo ideal. Sería estar más presentes en diversos ámbitos”, aseveró.
Sobre los diáconos permanentes, explicó que ellos desde sus familias —porque está permitido y es una modalidad— hacen lo propio con el tema de la pastoral social, la liturgia, convirtiéndose en un testimonio de vida muy singular, porque son padres de familia y tienen ese triple rol, al ser también profesionistas y estar al servicio en la iglesia.