El docente interino Julio César Bolaños Pérez cumplió este sábado cuatro días en huelga de hambre, la cual inició por la falta de pagos desde el año 2015; a pesar de que su salud va en detrimento, asegura que continuará hasta obtener respuesta.
Informó que las listas de prelación que ha emitido el Gobierno del Estado se desconocen el proceso de selección para que a los docentes les salgan los pagos de los diferentes ciclos que les adeudan, ya que este sistema no es nuevo, pues las han emitido desde el año 2017.
De manera individual le adeudan desde el año 2015, el último interinato que cubrió fue en la Secundaria del Estado, en los meses de enero a abril de 2019, por lo que se tuvo que separar de las aulas al estar en una situación insostenible.
“En mi caso, siempre he pedido se me explique cómo es que salen las listas, no son nuevas, siempre acudimos a la Secretaria de Educación para ver la forma en que apareciéramos para que se nos resolviera el tema de la deuda”, indicó.
Lamentó que nunca pudo hacerse de una plaza debido a diferentes circunstancias que tampoco son claras, pues “siempre preguntamos por el tiempo de los exámenes, a lo que nunca obtuvimos una respuesta concreta”.
Señaló que en lo que respecta a la basificación, la respuesta que le ofrecieron en que no existen espacios disponibles, sin embargo siempre otorgaban los espacios a los familiares de los funcionarios o mediante otros medios.
Por ello y al no tener otra opción, se vio en la necesidad de comenzar esta huelga de hambre, con el respaldo de su familia, en la entrada de palacio de Gobierno, donde al paso del tiempo su salud se ha ido desgastando.
Reconoció la ayuda brindada por personal de la Cruz Roja, el cual ha llegado para realizar los chequeos médicos, ya que ninguna otra dependencia o institución se ha acercado para tratar el problema.
Una situación que está ocurriendo es que a los docentes interinos “se les está ofreciendo el pago de un periodo, es decir están resolviendo de manera parcial, en un ocasión me daban cinco mil pesos, que no acepta, eso es una burla”.
“Derechos Humanos vino a tomar foto, me dijeron que iba a mandar un médico pero no fue así; yo no voy a moverme de aquí hasta que me resuelvan, sé que no es un problema de las autoridades estatales, pero somos empleados de un sistema”, concluyó.