En un testimonio sorprendente de la resiliencia de la vida silvestre, dos especies de murciélagos, consideradas poco comunes y de distribución restringida, fueron documentadas recientemente en la planicie costera del Pacífico chiapaneco, un área significativamente transformada por extensas plantaciones de palma de aceite.
Estos registros, realizados por investigadores locales, de la organización Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (Cobius), y la Universidad Veracruzana, desafían los conocimientos previos sobre la distribución de estas especies en el estado.
Hallazgos
El primer hallazgo destacado es el del murciélago hematófago de alas blancas (Diaemus youngii). Este vampiro, menos conocido que sus parientes comunes, fue fotografiado en la zona, marcando nada menos que el primer registro confirmado para la costa del Pacífico de Chiapas.
Lo que añade mayor asombro a este descubrimiento es que el individuo fue observado en un entorno con presencia de animales domésticos, un hábitat considerablemente diferente a las áreas boscosas donde típicamente se le encuentra.
El segundo registro, igualmente significativo pero con un matiz trágico, corresponde al murciélago de hoja nasal de MacConnell (Macrophyllum macrophyllum). Este representa apenas el segundo avistamiento documentado para todo el estado de Chiapas.
Sin embargo, la circunstancia fue impactante, el ejemplar fue encontrado atropellado en una carretera del municipio de Pijijiapan. La ubicación es crucial, ya que se localiza a más de 70 kilómetros de distancia del único sitio previo donde se había registrado esta especie en Chiapas, la Reserva de la Biosfera La Encrucijada.
Rompen fronteras
Ambos descubrimientos, respaldados por evidencia fotográfica, rompen drásticamente las fronteras conocidas de distribución estatal para estas especies.
El de D. youngii expande su rango hacia la costa pacífica, mientras que el de M. macrophyllum, a pesar de su fatal desenlace, indica movimientos o una presencia mucho mas amplia de lo que se suponía, lejos de su refugio protegido conocido.
Estos hallazgos inesperados en un paisaje dominado por la agricultura industrial envían un mensaje poderoso que los investigadores de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. sintetizan en que, “demuestran que incluso en paisajes altamente modificados por el ser humano, persisten o transitan especies clave cuya presencia desconocemos”.
