La documentación sobre el mango Ataúlfo, una fruta que da identidad a Tapachula y que surgió de una cruza natural, de la que el ingeniero Héctor Cano Flores realizó el rescate genético y por lo cual ahora se siembra en 18 estados del país y diversos naciones del mundo, fue donado al Archivo Histórico Municipal.
Héctor Cano de la Torre, hijo del desaparecido investigador, hizo la entrega de documentos y manuscritos, en donde se estableció que la fruta fue descubierta en el marco de un programa de diversificación de cultivos del Instituto Mexicano del Café en 1966 en cinco árboles considerados “madres o padres”, siendo el principal el IMC-2.
La secretaria de Educación y Cultura Municipal, Mey Ling Wong Vázquez y el director del Archivo Histórico Municipal, Cristian Fernando Camacho, recibieron la donación durante una conferencia en la que se destacó la obra de Cano Flores, un ingeniero originario de Tamaulipas, pero que toda su vida laboral y de investigación la realizó en el Soconusco, en cultivos como el café, la caña y el mango, entre otros.
“Tras realizarse el rescate genético se efectuaron los primeros injertos, pero fue un cruzamiento natural”, precisó al mencionar que en la región llegaron a detectarse hasta 38 diversas variedades de mangos, lo cual da muestra de la riqueza de la tierra de esta zona.
Con raíces de Tapachula
Ante familiares, especialistas y productores, Cano de la Torre precisó que el mango Ataúlfo es nacido en Tapachula por el año 1943 y hoy da identidad no solamente a esta ciudad, sino también al Soconusco, a Chiapas y a México, para lo cual la fruta cuenta con Declaratoria de Protección de Origen publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de agosto del año 2003.