Don Gustavo, el último tejedor de hamaca de Ixtle

El tejido de la hamaca de Ixtle y otros productos de este material fueron una de las actividades que por años formó parte de la actividad principal de Berriozábal, sin embargo, la introducción del hilo plástico suplió al material original y poco a poco fueron desapareciendo los artesanos que tejían con la fibra extraída del maguey.

Don Gustavo Morales Morales, de 94 años de edad, es considerado el último tejedor de la hamaca de Ixtle, pues durante sus 84 años de trayectoria se rehusó a cambiar el material de sus tejidos y decidió continuar con el legado que sus padres le enseñaron cuando era niño.

Con alegría narra sus experiencias de niño; recuerda que tenía 10 años cuando, junto a su padre, se iban al magueyal de la familia para extraer el Ixtle, con el que posteriormente tejían las hamacas. Una vez elaboradas, salía a las calles con su padre a venderlas y así ganar algunos pesos.

La edad no es ningún impedimento para seguir tejiendo hamacas y morrales: a paso lento se sienta en un pequeño banco y comienza a hilar las fibras, lo hace con más detenimiento pero asegura que no le importa, pues se mantiene activo y le ayuda a distraerse. Orgulloso dice que ser artesano lo llena de vida, una labor noble con la que sacó adelante a sus 12 hijos.

Fredy Morales, nieto de don Gustavo, forma parte de la tercera generación de la familia. Se ha encargado de difundir el nombre de su abuelo y la labor de la familia Morales mediante las redes sociales; dice que dar difusión a esto es continuar con el legado de preservar la tradición familiar.

En 2020 don Gustavo Morales fue nombrado por las autoridades estatales como Tesoro Humano Vivo de Chiapas, nombramiento de gran reconocimiento a nivel internacional otorgado a las personas que a través de sus conocimientos, talento, fuerza y sabiduría se han convertido en guardianes de las culturas y las tradiciones que enaltecen a Chiapas y México ante el mundo.