Dos mil hectáreas sufrieron daños por invasiones

Después de varios meses de luchar contra las invasiones que impactaron en la flora y fauna del Parque Nacional Cañón del Sumidero, Roberto Escalante López, director de esta reserva que depende de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), informó que el 40 % de las zonas dañadas por estas actividades ilícitas ya se encuentra con cobertura forestal y se han sembrado 125 mil plantas para reforestar dicho ecosistema.

Entrevistado sobre el tema, mencionó que las invasiones dejaron terrenos de baja fertilidad, suelos compactos y una gran cantidad de escombros que se han retirado de a poco con el paso de los meses. Toda esta situación impactó en dos mil hectáreas, mismas que se suman a las que se ven afectadas por los incendios forestales, la tala ilegal y la extracción de otras especies.

En toda estas zonas, explicó el director del Parque Nacional Cañón del Sumidero, se ha impulsado un programa de restauración y sólo en lo que va del año se han recuperado 132 hectáreas, sin embargo, el número es mayor al concentrar las que se han restaurado en meses pasados.

Desde la Conanp, resaltó, se sumaron a la magna reforestación que fue inaugurada en San Fernando por las autoridades estatales, por igual se han establecido acuerdos con los ayuntamientos de Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez.

Para avanzar en el tema, Escalante López puntualizó que la recepción de los biosólidos (que son los residuos que quedan de las plantas de tratamiento) ayudó a fertilizar y recuperar los suelos en la reserva.

Aunque no hay cifras exactas para hablar de la salud del parque, la presencia de la biodiversidad y las condiciones del río (donde no se han presentado tapones de basura) son indicadores que ayudan a identificar que se mantiene la belleza natural. Todo el trabajo de plantación se ha hecho con la producción de especies nativas y la regeneración natural.

En la actualidad la reserva mantiene activa dos invasiones, pero existe un proceso legal en curso. Se ha evitado un daño mayor al retirar a las personas que ingresaron de forma irregular en los últimos años y que afectaron dos mil hectáreas.

Los retos ahora, puntualizó el director de la reserva, son: la vigilancia del parque nacional entre los límites con las colonias (se espera una barrera física), hacer actividades preventivas para evitar incendios forestales y tener un control eficiente en el ingreso de los visitantes.