Mensualmente el municipio de Berriozábal recauda en promedio entre 700 y 800 mil pesos por el concepto de agua potable, sin embargo el 40 % de la población no tiene la cultura del pago por este servicio.
De acuerdo a datos del Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el municipio de Berriozábal posee más de 64 mil habitantes, es decir, poco más de la mitad es responsable con el pago de agua potable.
Recientemente se informó que el municipio paga al rededor de 900 mil pesos al Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa) de Tuxtla Gutiérrez por la compra del líquido.
Lo recaudado no es suficiente
El servicio de agua implica un complejo y costoso proceso, por lo que muchas veces lo recaudado no es suficiente para adquirir el agua y tiene que complementarse con recursos del municipio.
El presidente municipal, Jorge Acero Gómez, explicó que del dinero obtenido por el servicio se destina directo a la operatividad del sistema, nómina y reparación de fugas.
“Esto nos impacta muy fuerte en el presupuesto, porque ese dinero se pudiera ocupar para otras obras y para otros apoyos”, mencionó el edil.
Tomas clandestinas
Reveló que además de que la población local no tiene la cultura de pagar por el servicio, también se ha detectado que aún prevalece la mala práctica de las tomas clandestinas.
“Ahí entra la conciencia ciudadana, queremos agua pero muchas veces no se paga o nos encontramos que de la toma sacan cuatro tomas más”, comentó el alcalde.
Mencionó que en un escenario ideal, la tarifa debería ser más alta, sin embargo no lo hacen por conciencia a la economía de las familias.
Dijo que se tiene contemplado un proyecto para traer agua del río Cedros de la comunidad de Maravillas, perteneciente a este municipio, sin embargo está valuado en 200 millones de pesos y se requiere de financiamiento conjunto de los tres órdenes de gobierno.