De acuerdo al docente e investigador de la Universidad Politécnica de Chiapas (UPCH), Erick Martínez, en la entidad el 70 por ciento de la población no tiene acceso a agua potable y saneamiento, y solamente el 26 por ciento de las viviendas cuenta con agua entubada.
Sin embargo, entre el 40 y 50 por ciento del agua se desperdicia en fugas por la deficiente red hidráulica.
Estos datos los dio a conocer durante una ponencia que ofreció en el Colegio de Ingenieros Civiles Chiapanecos, en el marco del Día Mundial del Agua.
Señaló que el uso del agua corresponde a un 82 por ciento en la actividad agrícola, 16 por ciento en abastecimiento público y dos por ciento en la industria.
Según el investigador, en Chiapas existen 135 puntos de descargas de aguas residuales sin tratamiento; de estos el 79 por ciento se localizan en ríos y arroyos, con 82 municipios involucrados.
Mientras que sólo en nueve municipios las aguas residuales o una fracción de ellas reciben tratamiento.
Explicó que en todo el estado confluyen ríos, lagos y manantiales; y atraviesan dos regiones hidrológicas: la de la Costa y la del Grijalva-Usumacinta.
A nivel nacional México recibe alrededor de 1,489 mil millones de metros cúbicos al año de agua en forma de precipitación, de los cuales el 67 por ciento cae entre junio y septiembre, sobre todo en la región Sur-Sureste.
Detalló que la precipitación promedio anual es de 760 milímetros cúbicos, para Chiapas de 1.768 milímetros cúbicos.
Sobre la disponibilidad del agua, informó que en 1950 había 18 mil metros cúbicos por habitante al año; para 2015 disminuyó a 3 mil 692 metros cúbicos, es decir un 78 por ciento.
El 61 por ciento proviene de fuentes superficiales y el 38 por ciento de subterráneas. Según este registro, nueve millones de mexicanos no cuentan con agua potable.
Respecto a las plantas de tratamiento de aguas residuales que existen en la entidad, el investigador señaló que con base a diversos trabajos en campo que han realizado, la problemática general de estas instalaciones es la falta de mantenimiento y operación.
Indicó que existen plantas de tratamiento que no son adecuadas para la zona donde se encuentran; y en algunos casos, la infraestructura no es la apropiada.
De las 188 plantas de tratamiento, estimó que al menos 150 no están en operación; el resto lo hacen por debajo de su capacidad. La principal preocupación es la degradación de la salud de la población.
Finalmente, reiteró que las cuencas hidrológicas de Chiapas son las más importantes de México, que aportan un tercio del agua disponible del país, por lo que si las comunidades en zonas altas no previenen la contaminación, los recursos hídricos se irán perdiendo.