En el marco del evento “Por la vida y la familia, profetas de hoy”, organizado por la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Fabio Martínez Castilla dijo, que los participantes de este encuentro ayudan a amar la vida como sembradores de la dignidad humana.
En este contexto, el ponente Agustín Laje reveló que en México, durante el año 2019, murieron 43 mujeres por prácticas abortivas, en tanto que más de tres mil 700 a consecuencia de la falta de alimentos.
Y sostuvo que el aborto no es un derecho humano: “No puede ser un derecho humano un acto por medio del cual se quita violenta y arbitrariamente la vida a otro ser humano, por lo tanto, es un slogan que ellos tienen que mostrar; dónde está ese tal derecho humano, pero como son discos rayados, uno puede gritar que el aborto es un derecho humano y todos empiezan a repetirlo, sin embargo, nadie lo explica”.
Abundó que “ni siquiera pueden comprobarlo, pero tratan de explicarlo basándose en otros derechos establecidos”, como en tratados de derechos humanos, y “se basan en sofismas bajos y poco inteligentes”.
También reconoció una convocatoria multitudinaria para el evento, destacando la presencia de una gran mayoría de jóvenes, por lo que dijo estar entusiasmado y sorprendido tras el recibimiento.
Batalla ideológica
Por su parte, Miklos Lukcas agregó que en medio de la batalla cultural, política y tecnológica se tienen procesos largos, y en esta generación no se verán victorias en el corto plazo, pero “las agendas seguirán avanzando y generando mucho sufrimiento, dolor, pues cada vez más jóvenes van a tomar malas decisiones y van a cometer este atentado contra su cuerpo” (aborto).
Aunado a una marcada disolución de familias y más desacralización del matrimonio, “entrando a un periodo donde vendrá una ola que generará un enorme daño, viendo a estas generaciones siendo adoctrinadas en las escuelas y adoptando cargos de responsabilidad pública, ya que lo que estamos viendo ahora es una manera exponencial”.
Sostuvo que “a un o a una abortista se le gana el debate con solo mostrarle una fotografía de un aborto”.
Por otro lado, la ponente Talis Romero se refirió a los comentarios comunes que se evidencian en las redes sociales sobre el tema del aborto libre, y calificó que esto es cada vez más común, ya que a diario hay comentarios que son prácticamente retomados de la página de la Organización para las Naciones Unidas o de otras organizaciones internacionales, señalando que el derecho al aborto es un derecho humano y/o como derechos reproductivos, pero como mujer lamentó que estos comentarios vengan de otra mujer y que además se pretende negar la expresión a los hombres solo por el hecho de serlo.
Invitan a resistir
“Mi mensaje es que quienes ya hemos despertado de toda esta locura y sabiendo de dónde vienen estos comentarios que salen de una agenda muchísimo más grande que lo que la persona pretende, sigamos resistiendo y comunicando la verdad, porque de esa manera podremos salir de todo esto”, indicó.
Con relación a los colectivos que exigen la despenalización del aborto en los congresos locales, con base en las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sostuvo que esta es una agenda presente en todos los países y se busca desde la educación.
Nicolás Márquez señaló que en Argentina el Ministerio de la Mujer, el Género y la Diversidad durante el año 2021 tuvo un presupuesto más alto que el Ministerio de Salud, en plena pandemia, lo que evidencia que no es solo una secretaría que cuenta con una megaestructura.
Señalamiento
En otro momento, Pablo Muñoz calificó que la SCJN “es un títere de las Naciones Unidas, porque cuando condenó a los estados de Coahuila y Sonora con respecto al aborto, se citó no a la Constitución sino a la Agenda 20-30”, la cual calificó como progresista y globalista.
Dijo que “la función de la supuesta educación sexual en los países tiene el interés de deconstruir al ser humano por la ideología de género e imponer la pedofilia”, y como ejemplo citó que la ministra de Igualdad de España acaba de afirmar que la función de la educación sexual en las escuelas es otorgarle a los niños el derecho para que tengan sexo con quien quieran, lo único que se necesita es el consentimiento, incluso si lo sostienen con un adulto.