El amaranto, alimento prehispánica
De las cuatro especies de amaranthus existentes, la amaranthus cruentus es la clase propia del estado de Chiapas. Cortesía

En el México prehispánico, el amaranto fue una de las principales plantas alimenticias, así también en la vida ritual, y aunque en la entidad se concentra su presencia, en Chiapas aún se hacen esfuerzos para promover la producción y el cultivo de este vegetal debido a que es considerado un alimento naturista.

El uso ceremonial del amaranto por parte de las culturas prehispánicas y de los zoques en Chiapas, data desde el año 7000 A.C.; estas civilizaciones elaboraban imágenes de diversas deidades con dicha planta, de ahí la importancia de la misma en los rituales, explicó Ana María Velasco, arqueóloga de la Universidad Autónoma de México (Unam).

“Los cuerpos formados con amaranto, eran comidos por los fieles con diferentes propósitos, además de ser consumida como verdura en la dieta prehispánica”, indicó la especialista.

El amaranto en México tuvo una distribución extensa, gracias a la cual, la cultura campesina pudo conocerla y de alguna forma luchar por su producción y distribución, sin embargo, la mayoría de la población aún desconoce su uso ritual.

Cabe destacar que esta planta es en demasía humilde, ya que puede reproducirse en condiciones naturales, sin atención humana, no obstante, debido a ese descuido, el vegetal ha perdido algunas características seleccionadas a lo largo de generaciones, resaltó María Velasco.

Para la tradición alimentaria mesoamericana, el amaranto estuvo presente desde sus inicios, por lo que su estudio es relevante para entender los procesos ecológicos y climatológicos asociados a las actividades humanas del pasado.

Finalmente, la arqueóloga comentó que, de las cuatro especies de amaranthus existentes, la amaranthus cruentus es la clase propia del estado de Chiapas.