El árbol de mujú puede rescatar el campo

El árbol de mujú, que es endémico del Dentro de Chiapas, representa una gran opción para revertir la grave situación de pobreza alimentaria en la población, reactivaría el campo y coadyuvaría al mejoramiento del entorno natural, de acuerdo a un proyecto que ha planteado el académico e investigador Arsenio Gutiérrez Estada, oriundo del municipio de Berriozábal.

El experto en temas agrícolas puntualizó que en el estado prevalecen temas que son complicados de atender y tienen relación con el campo, como lo es la inseguridad alimentaria, ya que se estima que cerca del 34 por ciento de la niñez presenta algún grado de desnutrición.

Todo ello ligado a la falta de producción, toda vez que, informa, “en la entidad existe un deficit de un millón de toneladas de granos por año, así como la degradación de los suelos que se estiman en el 70 por ciento de la superficie, ya no es apto para producir, es decir están degradados, no tienen los niveles de fertilidad”.

Debido a esto, el 40 por ciento del maíz que se consume en México es importado de países como Brasil, Estados Unidos y China.

“Como estado llegamos a ser el granero del Sureste, pero eso se acabó, no se produce. En los últimos 20 años un millón de hectáreas se deforestaron, por ello también la grave situación que persiste respecto a la degradación del medio ambiente”, insistió.

Mujú o Ramón, el árbol salvador

Por todo lo expuesto, Arsenio Gutiérrez ha presentado un proyecto cuya base es la producción en gran cantidad en cuanto a número de ejemplares y superficies del árbol de mujú o conocido también como Ramón, el cual de acuerdo a la investigación, un ejemplar puede transpirar 150 mil litros de agua, lo que sería la contribución a este ciclo.

“Ante esta problemática de desnutrición, deforestación y falta da agua, suelos degradados e inseguridad alimentaria, surge una propuesta que es la de incorporar el árbol como una alternativa para hacer frente a estos”, expuso.

Detalló que si existe un deficit de un millón de toneladas de maíz, se pueden producir en diez mil hectáreas, a 200 ejemplares en cada una, que a su vez produzcan cien kilos de granos por unidad, ya que es de ciclo largo; pese a ello, tiene potencial para una mayor producción.

Aclaró en este punto que para recuperar la gran cantidad de grano que Chiapas ya no produce, se requieren la reactivación de 700 mil hectáreas.

El fruto del Ramón produce 17 aminoácidos, es similar al nanche, el cual se consume en la capital chiapaneca como dulce, harina, entre otros usos. Las propiedades del mismo son tan positivas que en Estados Unidos se consume en harina por estar libre de gluten, incluso es usado para la elaboración de bebidas.

Por ello insistió en que la producción del árbol sería muy favorable, ya que “400 gramos en harina de su fruta se comercializa hasta en 20 dólares, y lo mejor es que es una especie endémica del Centro del estado”.

Lo que representaría otra ventaja, dado que no se tendría la necesidad de importar semillas, tal como ocurrió con el piñón, pues en el sexenio pasado que se trajo de la India, dio poca rentabilidad dado el tema de los minifundios que persiste entre los productores locales, que en promedio tienen menos de una hectárea.

El mujú es de gran adaptabilidad. En la capital chiapaneca la población de la Ribera de Cerro Hueco lo consume de manera habitual; otro de los usos que tiene, su madera, que es apta para el uso como leña o hacer muebles, lo que es de suma importancia, ya que de acuerdo a los datos del investigador, el 40 por ciento de la población del estado todavía usa leña.

“Se habla de manera muy romántica del medio ambiente, sin embargo no se usa para resolver los problemas que se tienen en la población”, indicó.

En lo que respecta al proyecto, dio a conocer que en breve podría comenzar en el municipio de Cintalapa, lugar donde las autoridades mostraron gran interés y donde buscan tener impactos positivos con este tipo de proyectos.

“Se tiene todo planteado; en caso de que se otorgara el monto estimado en 700 millones de pesos para la ejecución total, existe una planeación hasta los lugares de distribución y los trabajos para que la plantación sea de éxito; es necesario decir que estamos parados por la falta del recurso, es lo que detiene la ejecución de la siembra del mujú, que es una gran alternativa”, concluyó.