El arte de cargar al bebé en Chiapas

Katia González, conocida ilustradora y activista digital mayense, publicó su libro “El arte de cargar al bebé en Chiapas”. Dentro de su contenido se ubica una distintiva investigación sobre el porteo tradicional de la región mesoamericana, así como una exploración sobre las prendas específicas creadas en la entidad y Guatemala.

González es una ilustradora chiapaneca quien durante su primer embarazo se interesó en investigar diferentes opciones para realizar sus actividades cotidianas, y al mismo tiempo, atender a su bebé. En ese sentido, durante un año realizó un curso virtual de formación para profesionales del porteo, a fin de así consolidar su proyecto “Pok´ok baby”.

El porteo es la acción de acarrear al bebé. En este sentido, el portear reivindica el lazo entre la mamá y el/la menor, debido a que en los primeros años de su desarrollo físico son incapaces de desplazarse por sí mismos/mismas, lo que conduce al uso de un portabebé que cubra la necesidad de su cuidado y, a la vez, deje las manos libres al o la porteador/a.

El xPok´ok, según Katia, representa al sapo de la señora de Yaxchilán, un símbolo tradicional aún utilizado en municipios de los Altos como San Andrés Larráinzar y Tenejapa.

El sapo llama a la lluvia buena que fertiliza la tierra, por lo que es considerada una figura de fertilidad y abundancia para las comunidades mayas tsotsiles.

Pok´ok baby significa “bebé sapito”, a razón de que su creadora considera que los bebés al estar en un fular (muk´ta jits´il) o jits´il (chal corto) adoptan la posición de un sapito. Desde aquí, Katia tiene el propósito de incentivar la tradición del porteo a través de las piezas locales mayas, sumándole la innovación en tecnología, combinación de tejidos y asesorías personalizadas.

Diferenciación y trabajo

La experta aclaró la existencia de dos diferentes tipos de cargadores que datan de la época clásica maya: chijal´unen y jits´il. Por su parte, el muy conocido como rebozo es una tradición mestiza, ubicada particularmente del centro hacia el sur del país.

El jits´il comparte características con el chocbal (un portabebé) del área quiché de Guatemala, aunque el primero tiene un borde más alusivo en el medio de la pieza, cuya característica es diferenciada entre las comunidades chiapanecas a las que hace referencia. Además, es flexible, con una unión sencilla y hasta bajo un solo lienzo hecho en telar de pedal. Lo que deriva en piezas más comerciales y económicas, como las aún hechas en Oxchuc o San Juan Cancuc.

Katia explicó que sus cargadores se llaman muk´ta jits´il, en vista de que no respeta el largo tradicional de 2.30 metros, sino que se tejen a partir de los tres metros, con el objetivo de cargar en más posiciones a los y las bebés.

Y para realizar un cargador en “Pok´ok baby” intervienen 13 áreas con la participación de al menos 24 personas.

Dichas áreas son distribuidas en: planeación y diseño; administradora, gestión del taller y recepción de pedido; jefe de taller y calendarización de tejido; preparación de hilos; urdido de hilos; así como montar el telar, repaso, tejedor, prelavado, control de calidad, costura y acabados.

Beneficios

Uno de los principales beneficios de comprar un fular es su ajuste punto por punto, lo que favorece en recoger el cuerpo del bebé dejándolo en unas condiciones similares al embarazo. La ilustradora recordó que, los y las menores nacen con un tono muscular bajo, por lo que es necesario un acompañamiento constante, hasta que se cumple un ciclo de desarrollo.

“Un bebé está condicionado a un medio acuático, no lo puedes parar porque se van para abajo. Lo que hace el jits´il es recoger vertebra por vertebra su cuerpecito, así como auxiliar al desarrollo de las caderas”, añadió.

Sin olvidar, otros beneficios como el constante contacto entre madre y menor, la termorregulación del bebé, sincronización de la respiración. Mientras que a la madre le permite generar oxitocina.

“Pasar un parto es difícil para muchas madres, así que tener más control sobre el bebé les ayuda a mejorar emocionalmente. Pero en caso de una depresión posparto, es necesario una red de apoyo y tratamiento auxiliar”, agregó.