Chiapas ocupa desde hace varios años el primer lugar nacional en producción de café, sin embargo, el consumo de per cápita de marcas locales es muy bajo, al grado de colocarse también en el primer sitio con más compra de café soluble.
Edgar Ángel Ventura, productor de café originario de Montecristo de Guerrero, comentó que incluso en comunidades y zonas cafetaleras consumen el café soluble, lo que calificó como preocupante porque estos productos no son 100 % café, ya que son altamente procesados.
Economía
La misma población local no le da importancia al consumo de marcas locales, que son cafés naturales, primero bajo el argumento del precio que oscila entre 230 y 250 pesos, mientras que el soluble es mucho más barato, que además algunos ni siquiera son hechos en México.
Es necesario también que más productores realicen la transformación de su mismo grano para que su producción sea sustentable, porque al cosechar, seleccionar, tostar, moler y vender va a generar ingresos.
Hace falta que más cafetaleros realicen este proceso para que el consumo local suba. Deben aprender estrategias como dejar una parte de su producción para vender, lo que podrá generar ingresos en el lapso que llega el siguiente ciclo de cosecha y no quedará sin recursos.
“Coyotes”
Incluso, hoy día, muchos productores chiapanecos no saben qué calidad producen, siendo que se cultivan granos de alta calidad, pero muchos no lo saben y venden a grandes empresas y “coyotes” a precios muy bajos. Al conocer sus granos pudieran valorar más y hacer el proceso de transformación.
Refirió que los materiales para transformar el café son caros: un productor podría invertir y el beneficio sería a largo plazo, aprendiendo sobre mercadotecnia y más, pero pocos están dispuestos por el desconocimiento del mercado.
Emprendedor
En su caso, su familia tiene más de 70 años de producir café y hace cinco comenzó su propia marca, logrando colocarse en muchos puntos del estado, al interior del país y exportar a distintas naciones.
Un problema que enfrenta el sector hoy es que a nivel del campo la producción de café pasa por una crisis de mano de obra, que hará que difícilmente los productores se arriesguen a plantar varias hectáreas porque no tendrá quién recolecte.