El INAH conserva el Patrimonio, no lo “presupuesta”

El ejercicio del INAH en Chiapas busca garantizar la conservación y difusión del Patrimonio Cultural, privilegiando el acceso ciudadano a los espacios, entre los que destaca la amplia gama de monumentos en la entidad.

En este sentido y con relación a la nota de prensa publicada el día 30 de septiembre de 2016, en la cual el arquitecto José Antonio Toriello Martínez hace un llamado público para que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) invierta en la recuperación de los monumentos históricos en la ciudad de Tapachula, el delegado en Chiapas de dicha dependencia federal, Héctor Álvarez Santiago, aclaró que hay una serie de imprecisiones.

Explicó que hay desinformación en cuanto a las funciones y competencias del instituto que representa, las cuales según su Ley Orgánica y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, se relacionan con la vigilancia, protección, investigación, conservación y difusión del Patrimonio Cultural.

En este sentido el delegado del INAH Chiapas ahondó en que se trata de una dependencia normativa en materia de Patrimonio Cultural, no asigna recursos para elaboración de proyectos ni ejecuta obras, como ya en una ocasión anterior tuvo a bien aclarar con respecto al uso del inmueble que albergó al Ayuntamiento sancristobalense.

Los propietarios de bienes inmuebles declarados monumentos históricos o artísticos, deberán conservarlos y, en su caso, restaurarlos, previa autorización del Instituto correspondiente (INAH-INBA).

Cuando las autoridades de los estados, territorios y municipios decidan restaurar y conservar los monumentos arqueológicos e históricos, lo harán siempre previo permiso y bajo la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Monumentos Históricos y Culturales

Así también, informó que son monumentos históricos los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares. Los muebles que se encuentren o se hayan encontrado en dichos inmuebles y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX.

Situación de monumentos en Tapachula

Debido a un proceso de degradación urbana que se ha desarrolla desde el siglo pasado, incluso antes de la creación del INAH, los inmuebles con valor histórico o arquitectónico han venido a menos, al grado que en la actualidad son contados los inmuebles considerados monumentos históricos (XVI-XIX).

Esto ha influido en que en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles aparecen catalogados únicamente tres casas habitación, el Templo de San Agustín y cinco monumentos funerarios dentro del panteón municipal; existiendo también en sus alrededores importantes fincas cafetaleras con patrimonio industrial de valor histórico y cultural.

Sin embargo, sí cuenta con un número mayor de inmuebles considerados monumentos artísticos, como el antiguo Palacio Municipal, que data del primer cuarto del Siglo XX y aparece en el listado del Instituto Nacional de Bellas Artes, que al no contar con representación estatal, pide el apoyo del INAH como instancia normativa para revisar los proyectos y otorgar la licencia de intervención.

El INAH en Tapachula

En esta tesitura, debe quedar claro a la ciudadanía que el INAH es una instancia normativa que se encarga de proteger, conservar, investigar y difundir el patrimonio cultural histórico.

Pero en el caso de los monumentos históricos y artísticos que aún conserva Tapachula, a quien corresponde gestionar los recursos para dichas obras es al propietario cuando se trata de casas habitación particulares.

En el caso de los edificios públicos corresponde al municipio realizar dicha gestión, como es el caso del inmueble que ocupa el Museo Arqueológico del Soconusco, que si bien ha sido operado por el INAH antes de su cierre temporal, el edificio es propiedad del Ayuntamiento.

En este sentido compete a esa instancia la responsabilidad de realizar lo procedente para su recuperación, y al INAH le correspondería ofrecer nuevamente el servicio de museo a la ciudadanía.