En Chiapas, el uso del incienso sigue siendo una práctica esencial en rituales indígenas, celebraciones religiosas y actos oficiales. Su venta en mercados tradicionales mantiene vigente una costumbre ancestral ligada al misticismo, la espiritualidad y la identidad cultural del estado.
El incienso, elaborado a partir de resinas aromáticas vegetales mezcladas con aceites esenciales, continúa siendo un elemento fundamental en la vida ceremonial de comunidades indígenas y en diversas festividades religiosas y cívicas en la entidad.
Su humo fragante, utilizado desde tiempos antiguos, simboliza la comunicación con las deidades y la purificación del entorno, tradición que permanece arraigada en municipios de la región.
De acuerdo con autoridades tradicionales y encargados de iglesias católicas, su uso se mantiene tanto por su valor espiritual como por su función estética, ya que actúa como un perfume natural al ser quemado en recipientes con carbón encendido.
En eventos comunitarios o en la presencia de autoridades gubernamentales, el incienso se enciende como una muestra de respeto y conexión con las raíces culturales del estado.
En mercados, en los pasillos se ofertan veladoras y artículos religiosos, los vendedores ofrecen incienso por pieza, por medida o por kilo.
Los precios oscilan entre los 10 pesos y los 500 pesos por kilo, dependiendo de la calidad y del proceso de selección.












