Miguel Carlos Francisco Álvarez del Toro, mejor conocido como Miguel Álvarez del Toro, originario del estado mexicano de Colima, fue un hombre inteligente, audaz y autodidacta que llegó a Chiapas en el año de 1942, mediante una convocatoria del entonces gobernador del estado, Rafael Pascacio Gamboa, para ocupar el cargo de zoólogo general del naciente Departamento de Viveros Tropicales y Museo de Historia Natural.
A partir de ese momento aporta un legado a través del tiempo al estado chiapaneco, donde destaca el actual Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT), uno de los más exuberantes en América Latina.
Esta área de vida silvestre sobre la llamada Reserva El Zapotal, al extremo sur de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, ostenta únicamente flora y fauna originarias de Chiapas, característica que destaca a este zoológico a nivel internacional.
“Hay que tomar en cuenta el contexto de la ciudad en la década de los años 40. Se caminaba un poco hacia lo que hoy es la Avenida 5ta Norte, y se podían avistar venados; el río Sabinal aún estaba muy limpio, incluso contaba con algunas cascadas y con rápidos, es decir había toda una algarabía de seres vivos que aquí habitaban. Eso maravilló y facilitó en parte el trabajo de Miguel Álvarez, mi padre”, narra Federico Álvarez del Toro, hijo del zoólogo.
Sobre ese Tuxtla sumamente rural, Miguel Álvarez quería plasmar su proyecto de conservación y estudio animal. Al tener a la mano todo un acervo de especies, comenzó el Instituto de Estudio Natural, un proyecto de viveros, y una moderada colección de animales en taxidermia (disecados).
Sobre el año de 1944 nace el primer zoológico en la capital chiapaneca, llamado Zoológico Regional del estado, en el Parque Madero (actualmente Parque Convivencia Infantil).
También vio la luz el Museo de Historia Natural en lo que hoy es el Teatro de la Ciudad, proyecto diseñado por Miguel Álvarez del Toro y demás colaboradores.
En ese entonces se contaba con ejemplares de tapires, un puma, un par de águilas arpías, ocelotes, venados y monos. “Todo un pequeño zoológico, no tan bonito como el actual, pero a la gente le gustaba mucho”, comenta Federico Álvarez.
A la par de la creación del primer zoológico nace también el primer Jardín Botánico en la ciudad y el más antiguo en América Latina, creado por Faustino Miranda, mismo que se ubica actualmente sobre la Calzada de los Hombres Ilustres, casi frente al Museo Regional de Chiapas.
Álvarez del Toro formó parte de una generación de exploradores y hombres dedicados a la naturaleza como Faustino Miranda y Carlos Frey (a quien se le adjudica el descubrimiento de la zona arqueológica de Bonampak) entre otros.
“Contaba mi padre que a veces, cuando iban en carreta sobre las brechas, en algunas partes del estado, de repente el cielo aparentemente se nublaba, se ponía oscuro, pero no eran nubes sino parvadas de guacamayas que cruzaban y tapaban el sol en ese momento”, agrega Álvarez del Toro hijo.
Entre los años 1979 y 1980, Miguel Álvarez, junto a César Domínguez, coordinan y diseñan la construcción del actual ZooMAT, para ser ubicado en la reserva natural de El Zapotal, donde actualmente se encuentra, bajo la administración estatal de Juan Sabines Gutiérrez.