Desde hace seis años, las fechas vacacionales en San Cristóbal tienen un visitante: una feria de libro conformada por libreros que, en su mayoría, vienen de la Ciudad de México (CDMX).
El organizador es Francisco Ramón Rangel, originario de Michoacán, y a quien todo el mundo llama “Pancho”.
Encuentro con los libros
La feria tiene lugar en el andador de Guadalupe, en un local que antes albergaba una icónica panadería y tienda de autoservicio local. La elección de este espacio tiene que ver con la negativa del municipio para darles un espacio público.
En años anteriores, esta feria se realizaba a un lado de la catedral o en el Centro Cultural del Carmen. Francisco explica que el Gobierno Municipal no ha tenido disponibilidad, quizá, explica, por los acuerdos que se tienen con otros grupos de vendedores.
“Buscamos un lugar privado y nos acomodamos. Ya aquí el gobierno no nos molesta, solo pagamos nuestra renta” cuenta Francisco, quien añade que la feria atrae incluso al público extranjero.
Cambalache
Los libros y los libreros viajan por separado. Francisco menciona que hay servicios especiales para transportar una notable cantidad de libros, entre los que resaltan los de segunda mano: los que más se venden en San Cristóbal. Francisco ha viajado por gran parte del país, a veces solo, a veces con su familia.
No todos los expositores son foráneos. Adrián radica en San Cristóbal, una ciudad que considera la puerta a Latinoamérica. Cada vez que vende un libro, pasa las hojas frente al cliente. Les dice que es para que vean que todo está en buenas condiciones, sin embargo, confiesa que lo hace porque aún tiene la esperanza que los dos mil pesos que perdió una vez hayan terminado en alguno de los libros que oferta.
A Adrián lo trajeron los libros. 20 años atrás viajó con Francisco a la nombrada “Capital cultural de Chiapas” y le agradó el ritmo de la ciudad, muy distinto a la vorágine que se experimenta en la capital del país. “Como allá somos muchos libreros, la competencia es muy fuerte, muy estresante. Y aquí no, aquí todavía hay situaciones muy agradables” señala.












