Ricardo Urbina Ruiz, decano de las carreras “guadalupanas” en San Cristóbal de Las Casas y coordinador del grupo más antiguo en la ciudad, Acción Católica de Jóvenes Mexicanos (ACJM), informó que en esta ocasión la antorcha la traerán de Tuxtla Gutiérrez, “con todas las medidas sanitarias de salud por la pandemia de covid-19”.
En entrevista informó que la decisión de no salir del estado se dio en las reuniones que tienen como grupo católico, con la finalidad de evitar riesgos en la salud de los jóvenes antorchistas y acatando las recomendaciones de la Secretaría de Salud.
“Porque al salir fuera del estado, como muchas antorchas lo hicieron, corre uno mucho peligro de contagiarse de la enfermedad; que primero Dios y la Virgen espero no ocurra”, afirmó.
“Imagínate que uno se infecte y luego suba al vehículo, donde vienen amontonados, porque no se puede guardar la sana distancia. Por eso nosotros decidimos hacerlo el día 12, de Tuxtla Gutiérrez a San Cristóbal de Las Casas”, señaló.
“Aunque no faltará quien nos diga que por hacerlo tan corto somos el peor grupo. Porque muchos ya ven las carreras de las antorchas como una competencia, lo cual no debe ser, ya que la finalidad es la de rendirle homenaje a la Virgen Morena del Tepeyac”, mencionó.
El grupo católico ACJM que representa es el pionero en este tipo de carreras de la Antorcha Guadalupana en el sureste de la República mexicana, con la pasada asesoría del sacerdote Eugenio Álvarez Figueroa (+); además manifestó su malestar con respecto a que “hoy día muchos grupos ya lo toman como competencia, donde el que va más lejos es el mejor”.
“Cuando la finalidad es rendirle homenaje a la Virgen, y posteriormente rescatar a los jóvenes de los vicios de las drogas, para ello se tiene que trabajar todo el año y no sólo cuando hay que organizar la carrera”, remarcó.
“Nosotros nos reunimos todo el año para que los compañeros estén preparados espiritualmente, porque no sólo es ir por ir a la antorcha.
“La mayoría va por otros motivos, lo ha vuelto un paseo. De ahí la importancia de la preparación espiritual que se debe tener, sino se pierde el verdadero sentido.
“Por eso nosotros no recibimos a compañeros de última hora, porque antes deben recibir la preparación, además de convivir para conocernos”, reiteró.
Cabe señalar que ACJM, perteneciente a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, sembró la semilla de las carreras de la Antorcha Guadalupana en San Cristóbal y en el sur de la República mexicana, ya que en su paso por las diferentes localidades llamaba la atención y en consecuencia se interesaban por organizarse para integrar su propio grupo.
La primera carrera que realizaron fue el 12 de diciembre de 1954 a nivel nacional, la cual inició de manera simultánea en el norte y sur de la República mexicana y concluyó en la Basílica del Tepeyac.
El grupo de ACJM, en su inicio estuvo integrado por: Raúl Jiménez, Joaquín Coello, Constancio Robles, Carlos Gordillo, Juan Torres, Artemio Torres, Víctor Bermúdez, Antonio Gutiérrez Gutiérrez.
Posteriormente, ingresaron: Néstor de Jesús Hernández Hernández, Francisco López Gómez, Francisco Ulises Guillén, Jesús Martínez López y José Luis Ruiz Villafuerte, entre otros.