El voto es un deber moral ineludible: obispo

El obispo de la Diócesis de Tapachula, monseñor Jaime Calderón Calderón, en su mensaje dominical hizo un llamado a la sociedad a participar con su voto en las próximas elecciones, además felicitó a los maestros en su día y reconoció que son la base de la transformación del progreso humano tanto personal como social; asimismo, pidió a los tapachultecos mantener la ayuda y la compasión con los migrantes.

En torno a las elecciones del 6 de junio, el obispo enfatizó la importancia de participar con el voto que además es un derecho, agregando que para quienes tienen fe en Jesucristo es un deber moral ineludible, que las campañas electorales siguen avanzando y el clima electoral se va agudizando.

Ante esta situación y por la cercanía de los comicios, hizo la invitación “a iluminar nuestras conciencias con dos criterios importantes: el primero, buscar el bien posible e informarnos sobre las propuestas, programas y valores de los diversos candidatos, partidos y agrupaciones políticas para emitir el voto razonado por el candidato adecuado”.

Otro de los temas fue la celebración del Día del Maestro, por lo que envió felicitaciones a quienes con un esfuerzo muy especial han logrado seguir educando a muchos niños, adolescentes y jóvenes en las circunstancias tan especiales de este tiempo y compartió el mensaje del papa Francisco a los docentes el 2 de septiembre de 2020: “La educación es el mejor servicio que se puede prestar a la sociedad, pues es la base de toda transformación de progreso humano, tanto personal como comunitario”, agregó que “ese sacrificado servicio pasa desapercibido para muchos, pero gran parte de sus alumnos valorarán y agradecerán algún día lo sembrado ahora”.

En otro orden de ideas, dijo que “san José fue un migrante entre los migrantes y con la sagrada familia vivió una de las realidades más difíciles que podemos atravesar, la migración forzada; San José tuvo que emprender un camino desconocido hacia Egipto, presionado por el peligro de muerte del violento Herodes; la familia experimento el temor de tantos que se ven obligados a migrar por las mismas circunstancias de muerte, violencia o pobreza”.

Finalmente, agradeció a las personas de buen corazón que durante este tiempo de pandemia “no se han olvidado de los hermanos migrantes haciéndose compasivos con ellos y también colaborando generosamente con el Albergue Diocesano Belén”, por lo que pidió que san José “ayude a tener la actitud permanente de compasión y ayuda a nuestros hermanos migrantes”.