Empresas buscan eliminar etiquetado frontal

A través de amparos que se discutirán en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la industria busca eliminar el etiquetado que advierte a los consumidores el exceso de sustancias nocivas para la salud que contienen los productos de fábrica, dio a conocer a Alianza por la Salud Alimentaria.

A partir de la campaña #EtiquetadoClaroSí, publicada por la organización el Poder del Consumidor, la sociedad civil busca informar sobre los resultados de la implementación de los sellos, que es una herramienta clave para garantizar el derecho a la salud y a la información de la población.

“La industria no quiere que la gente esté informada sobre sus productos y busca eliminar el etiquetado de las de advertencia. Sin embargo, la población lo apoya porque ha encontrado beneficios para su salud y la de su familia”, se lee en la campaña.

Luego de un año de implementación del 2021, la aprobación del etiquetado de advertencia aumentó un 77 %, pues les permite tomar elecciones más saludables contribuyendo a la prevención de obesidad, enfermedades crónicas y al fortalecimiento del sistema inmunológico.

La Alianza realizó entrevistas a la ciudadanía de distintas edades, en donde las niñas, niños y adolescentes coincidieron estar de acuerdo con la permanencia de la señalización; dijeron que de alguna manera se puede tener más control sobre lo que se come para estar más saludables:

“Tenemos el derecho de saber qué es lo que estamos consumiendo”; “yo digo que lo dejen”; “que se quede porque realmente nos beneficia”; “deben dejarlo porque las niñas nos damos cuenta de lo que está mal en esos productos”; “los sellos son importantes para tomar decisiones”, son algunos de los testimonios que dan cuenta de los beneficios de la información en la sociedad.

Los entrevistados para esta campaña coincidieron en que es mejor que las empresas se enfoquen en mejorar sus productos y elaborar alimentos de mejor calidad, en lugar de intentar retirar los etiquetados frontales.

Agregaron que las personas con enfermedades pueden tener mayor control de su alimentación porque “es una forma que facilita la identificación de los productos dañinos y para todas las edades”.