En Chiapas desaparecen dos menores cada tres días

A apropósito del robo del niño Dylan Esaú Gómez Pérez, la Red por los Derechos de la Infancia y Adolescencia en Chiapas (Redias) y la organización Melel Xojobal afirmaron que en la entidad cada tres días desaparecen dos menores, y de acuerdo a los datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), de enero a la fecha, 160 niñas, niños y adolescentes han desaparecido y sólo 27 han sido localizados. 

En un documento conjunto, agregaron que el 21 por ciento de estos niños y niñas son de origen indígena, el 88 por ciento son niñas y adolescentes mujeres y el 10 por ciento de los casos ha sucedido en San Cristóbal de Las Casas.   

Señalaron que “en 2019 se registraron un total de 183 desapariciones, lo que significa que el número de niñas, niños y adolescentes desaparecidos casi se ha duplicado respecto al año anterior”. 

Ambas agrupaciones manifestaron que el 21 de julio, la FGE informó que con motivo de la búsqueda Dylan Esaú Gómez en San Cristóbal de Las Casas el 30 de junio, la policía desmanteló una red de trata que operaba en la ciudad, logrando el rescate de 23 niñas, niños y adolescentes, entre ellos tres lactantes de tres, 12, 20 meses de edad, y los demás de entre dos y 15 años de edad. 

Dijeron que de acuerdo con la carpeta de investigación de la Fiscalía contra la Trata de Personas, las niñas y niños eran obligados a vender artesanías en el centro de San Cristóbal, mediante violencia física y sicológica, y se encontraban en condiciones de desnutrición y precariedad, por lo que los uniformados detuvieron a tres mujeres como presuntas responsables del delito de trata de personas.

Manifestaron su preocupación por “las conclusiones anticipadas sobre el caso y el señalamiento de las tres mujeres como únicas responsables, así como por la falta de información sobre la existencia de reportes de desaparición o secuestro de alguno de los 23 niños y adolescentes encontrados; la posible relación de parentesco con las mujeres detenidas, la probable participación de más personas, las comunidades de origen de las niñas y niños y la forma en que llegaron”.

Afirmaron que por lo anterior, “nos parece que el anuncio hecho por la Fiscalía de una presunta red de trata es imprecisa y se requiere mayor información para confirmar que efectivamente se cuentan con todos los elementos para configurar el delito de trata de personas”. 

Finalmente, señalaron que la amplia difusión mediática de este caso se da en medio de cuestionamientos a la FGE por la falta de resultados en el proceso de investigación sobre la desaparición de Dylan Esaú y en torno a una creciente opinión pública en Chiapas que busca estigmatizar y criminalizar a los niños y adolescentes trabajadores y sus familias.