Más que gentrificación, lo que hay en San Cristóbal de Las Casas es turistificación, opinó Biaani Cantú Luna, socióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con maestría en Estudios Urbanos en Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“En San Cristóbal no hay gentrificación, sino turistificación, que se parece, pero no es lo mismo. Hay una transformación territorial, sí. Muchos de los negocios del centro histórico son de los mismos dueños originales de las casas, pero decidieron vivir a las afueras. No es gentrificación, sino turistificación”, remarcó.
Expulsiones
Manifestó que “desde hace más de 20 años ha habido expulsión del centro histórico que se está volviendo comercial. Se está saliendo la gente para rentar sus espacios comerciales. Sí hay un desplazamiento y está cambiando el uso de suelo, pero es importante destacar que muchos dueños originales siguen siendo los dueños de las casas; aunque vivan en otras áreas de la ciudad, en la casa de abuelita funciona ahora un hotel, un hostal o un restaurante”, puntualizó.
Cantú Luna expresó que la gentrificación “es el tema más escrito en estudios urbanos. Podría decirse que sí hay gentrificación en San Cristóbal, pero por la imposición de un sentido del gusto en el centro que excluye a muchas personas. El centro histórico apela un gusto más refinado, y en ese sentido simbólico hay una gentrificación”, expresó.
Subrayó: “Hay gentrificación simbólica por los restaurantes y la apelación del gusto refinado que menoscaba la tradición indígena o cultural; de por qué es más rico ir a un restaurante italiano y no comer un tamal, por decirlo así, pero en estricto sentido de desplazamiento y despojo, no, sobre todo porque muchos locales son propiedad de los residentes”.
Ejemplos
Por ejemplo, preguntó, “¿Cuál es la diferencia entre una mujer indígena artesana vendiendo en Santo Domingo o en la calle un reboso a una casa de diseñadora en la que venden un reboso hecho por artesanas, pero las diseñadoras son francesas? Ahí sí hay un proceso de gentrificación. Pero en el sentido tradicional o cultural de que llega mucha gente y expulsa a otras y la zona se vuelve más rica. En sentido estricto del término no”.
Señaló que “el turismo, que trae muchos beneficios, es un fenómeno especial que hace que se cambien las calles, las fachadas, trae mucha gente, genera mucha movilidad; es decir, hay una transformación especial que las autoridades tienen que atender porque a largo plazo sí podemos caer en gentrificación”, abundó.
Sostuvo que “ya estamos viviendo cómo hay unas zonas más bonitas que otras como el centro que tiene calles peatonales, cableado subterráneo y los mejores servicios de internet, lo que de alguna forma está generando desigualdad en San Cristóbal y eso sí se tiene que observar de manera geográfica y territorial. Sí tiene repercusiones y puede crear una ciudad más desigual y hostil”.
La especialista consideró que “el turismo puede incrementar las desigualdades. De hecho, eso ya está ocurriendo, aunque no se llame gentrificación. El tema central sobre el que debe de girar el tema es cómo se tiene una ciudad más igualitaria y justa”.
Otro Ejemplo: “La mayoría de los empleados de los establecimientos ubicados en el centro histórico ganan el salario mínimo o menos y viven en las colonias de la periferia; ahí hay una desigualdad porque para que llegue un turista nacional o internacional o simplemente un residente que quiere darse su gusto e ir a un restaurante más o menos decoroso, implica que el trabajador que te sirve no tiene los mismos beneficios especiales”.