Endurecen control en Pantelhó

Los habitantes de las 86 comunidades indígenas y los 18 barrios que desde el lunes tienen el control de la cabecera municipal de Pantelhó, endurecieron las medidas de control este viernes al colocar una cadena metálica en el bloqueo que instalaron a cuatro kilómetros del poblado, sobre la carretera que comunica a ese lugar con San Cristóbal.  

Armados con palos y machetes, los inconformes no permitieron el acceso a periodistas que pretendían ingresar a la cabecera municipal, misma que mantienen en su poder desde el 26 de julio, cuando quemaron una veintena de casas y varios vehículos, además de saquear tiendas. 

Los indígenas manifestaron que el jueves acordaron permitir que las personas, mestizos principalmente, que viven en la cabecera pueden salir del pueblo si así lo desean. 

De hecho se observó que a una familia, que se dirigía a San Cristóbal, le permitieron que cruzara en su automóvil con sus cosas, pero no están permitiendo el ingreso al pueblo.  

A un kilómetro de distancia, aproximadamente, de donde tienen el bloqueo, están acampando decenas de integrantes del Ejército México y agentes de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal, quienes están la expectativa pero sin acercarse. 

Las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) hicieron un llamado a los gobiernos Federal, Estatal y Municipal para que atiendan en una mesa de diálogo el conflicto en Pantelhó.  

En un comunicado denunciaron “el acoso y persecución que vienen sufriendo las comunidades por parte de grupos paramilitares, narcotraficantes, tratantes de personas y del crimen organizado desde hace varios años”.  

Lamentaron “la ausencia de gobernabilidad; el pueblo ha denunciado claramente su colusión con la delincuencia organizada, siendo señalada directamente la alcaldesa (perredista interina) Dayli de los Santos Gutiérrez Herrera”, así como “el posicionamiento que tomó el Ejecutivo federal en este conflicto, pues no abona en nada a la solución de raíz de la demanda que el pueblo reclama”. 

Se unieron “a la petición que vienen haciendo varias comunidades indígenas para que el Estado mexicano les permita elegir sus gobernantes conforme a sus usos y costumbres, buscando acuerdos como mexicanos y mexicanas que somos todos, en pleno respeto de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues no se trata de mantener control y poder sobre las comunidades, sino de trabajar juntos y juntas en la búsqueda de un bien común, y los partidos políticos coludidos con el narcotráfico lo único que han logrado es dividir a las comunidades”.