Enfermedades pueden llevar a perder extremidades

En la patología arterial hay diferentes causas de amputación de extremidades, como la diabetes, el consumo de tabaco, la dislipidemia y muchas otras que conllevan un proceso que afecta poco a poco las arterias del cuerpo, que son los conductos por los que circula la sangre y que al obstruirse se genera un serio problema.

Fernando García Alfonso, angiólogo cirujano vascular y endovascular en el hospital “Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza”, explicó que las enfermedades y factores de riesgo, con el paso de los años, van disminuyendo el tamaño de las arterias por el exceso de grasa, lo que evita que la sangre llegue de forma adecuada a las extremidades, principalmente las piernas.

Algunos síntomas

Algunos síntomas que se presentan cuando esto comienza a ocurrir es el cambio de coloración, así como pies fríos e incluso úlceras, lo que hace que las piernas tengan un cierto riesgo de amputación por infecciones, siendo una de las causas principales de mortalidad.

“A una persona que le amputas una pierna, a los tres años está, por lo general, amputándosele la otra pierna; condicionando la pérdida de trabajo, depresión, un impacto a nivel familiar por el cuidado que conlleva, y algo que pasa es que muchas veces no acuden con la persona correcta para hacer un rescate de la extremidad”, indicó.

Es importante poder determinar los datos clínicos en las personas, ya que podría empezar con una uña encarnada sin mejoría, con una infección de varios días, y con ello poner en riesgo todo el pie. La clave es evitar la amputación, pero la mayoría termina con este proceso porque no se somete a un procedimiento correcto para evitarlo.

Tratamiento

El procedimiento tiene que ser un manejo multidisciplinario, un buen control de glucosa, dejar de fumar, comer saludable, tomar medicamentos para las grasas, mejorar la circulación en las piernas. “Es importante saber que existen procedimientos para rescatar las piernas y evitar las amputaciones”, compartió.

La mayoría de los pacientes que estarán en riesgo son aquellos que no llevan un control de su padecimiento durante muchos años, puesto que no es algo que pasará de la noche a la mañana. El paciente debe tener conciencia del control que debe llevar de por vida y los cuidados en la piel, su alimentación y hacer actividad física.

La finalidad del angiólogo cirujano y del equipo médico será volver a abrir las arterias para que la sangre circule de forma correcta hacia las piernas, mejorando así el pronóstico para evitar que se pierdan.