Las manos que durante generaciones han cocinado la historia y la identidad de Chiapas, recibieron la certificación oficial que las y los reconoce como cocineras y cocineros tradicionales, un paso que no solo buscó honrar su oficio, sino también brindar nuevas oportunidades en el ámbito cultural y laboral.
El evento realizado en Tuxtla Gutiérrez, representó un paso fundamental hacia la profesionalización, reconocimiento y significación del trabajo culinario tradicional.
Ceremonia
La ceremonia se llevó a cabo en el auditorio del Conalep de la capital chiapaneca y reunió a autoridades municipales, estatales y representantes del sector educativo y cultural.
El acto fue organizado por el Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM) y avalado por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer). Durante el evento entregaron constancias con validez oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) a más de una decena de portadoras y portadores del conocimiento culinario ancestral.
Entre las galardonadas, destacó María Isidra Méndez Escobar, del restaurante “El Joyonaqué”, quien ya había recibido el Premio al Mérito de la Gastronomía Mexicana, así como otras mujeres provenientes de distintas localidades del centro de Chiapas que han aprendido su arte a través de la tradición oral, la práctica y la memoria.
No se limitan a un papel
Este proceso de certificación no se limita a un papel: representa una herramienta para que las cocineras puedan participar en ferias, proyectos turísticos, actividades académicas y circuitos gastronómicos con mayor respaldo institucional.
Además, refuerza la transmisión intergeneracional de saberes y la profesionalización de una actividad históricamente relegada, pero esencial en el tejido cultural.
También fueron reconocidas las alumnas de los Talleres de Cocina Tradicional Zoque, impartidos por el Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura (ITAC) desde octubre de 2024, quienes forman parte de una nueva generación interesada en rescatar los sabores autóctonos y darles un espacio digno en la mesa contemporánea.
