La entrega postmorten de la medalla Fray Bartolomé de Las Casas que le otorgó el ayuntamiento de San Cristóbal al sacerdote tsotsil, Marcelo Pérez Pérez, se convirtió en un reclamo de justicia y de paz para Chiapas.
Fuera de protocolo, Romeo Pérez Pérez, hermano del presbítero, afirmó que “como familia estamos indignados porque no vemos resultados, no hay justicia, no hay paz y no solamente lo digo por lo de mi hermano, sino por todo Chiapas. Los chiapanecos no tenemos ese privilegio de la justicia; solamente unos cuantos.
Los que somos de bajos recursos no somos tomados en cuenta, peor aún si somos indígenas. Somos ignorados y pisoteados, no somos tomados en cuenta por el simple hecho de ser indígenas. Hay un clasismo y un racismo”, sostuvo.
El acto de entrega de la medalla y de un reconocimiento se llevó a cabo la tarde de este miércoles en el teatro de la ciudad Hermanos Domínguez, a convocatoria del cabildo que a propuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el lunes acordó entregar la presea a Marcelo Pérez, asesinado a balazos el pasado 20 de octubre en San Cristóbal.
La medalla fue recibida por Miguel Pérez, padre de Marcelo y el reconocimiento por Romeo, hermano del párroco. Cuando ambos subieron al estrado, donde se encontraban la alcaldesa Fabila Ricci, los regidores y Jorge Enrique Hernández, en representación del ejecutivo, Romeo se paró, ofreció disculpas y tomó la palabra fuera del orden del día.
“Es triste ver que en Chiapas estamos viviendo momentos difíciles. En Chiapas la verdad está destrozada, no solo nuestra familia, sino todo Chiapas. No hay oídos de parte del gobierno”, dijo, al tiempo que desde el público que abarrotó el teatro se escuchó: “Justicia, justicia”, “Viva el padre Marcelo”.
Reclamo
En una peregrinación realizada en Tuxtla Gutiérrez, recordó Romeo, “mi hermano pidió justicia y paz. La gente que llevaba no iba armada porque él pedía la paz. Él dijo claramente que por favor el gobierno lo tomara en serio; así lo dijo. ¿Y qué hizo el gobierno? Cerró los oídos, ignoró. No vale esa palabra, es triste ver esto. Hay familias que están sufriendo, hay muertos. En Pantelhó hay más de 200 muertos y hay desplazados, pero no hay autoridad”.