Escolares tienen mala alimentación
La comida chatarra tiene un efecto severo en el organismo y desarrollo de los infantes. Carlos López / CP

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020-2023, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, dos terceras partes de la población escolar y adolescente consume más de 10 % de su energía diaria en azúcares, lo que rebasa la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Refiere que, solo uno de cada cuatro escolares o adolescentes cubre la recomendación de consumo de frutas y verduras, mientras que la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue de 37 % en escolares y de 40 % en adolescentes, lo que se traduce a 5.7 millones de estudiantes de entre 5 a 11 años con obesidad y 10.4 millones entre los 12 y los 19 años.

Según la presentación de los resultados, se registró un incremento de ocho puntos porcentuales en 15 años en la obesidad en escolares y adolescentes en México. Se ha convertido en un problema de salud pública en edades tempranas, al grado de ocupar los primeros lugares a nivel mundial.

Estrategia del gobierno

El gobierno federal publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de septiembre de 2024, que establece que, a partir del 29 de marzo de 2025, la venta de comida chatarra estará prohibida en todos los planteles de educación básica.

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Mario Delgado, comentó que, esta medida forma parte de un esfuerzo integral para prevenir el sobrepeso, promover la actividad física y prevenir adicciones, además de mejorar la salud mental, bucal y visual de los estudiantes.

Se establece que los productos que no podrán venderse en las escuelas son aquellos que contienen sellos y leyendas de advertencia como “Exceso de calorías”, “Exceso de azúcares” o “Exceso de grasas saturadas”, de acuerdo con el sistema de etiquetado frontal.

La SEP realizará un censo para conocer el peso y talla entre los estudiantes de todas las escuelas primarias del país, y realizarán exámenes de la vista y revisiones bucales. Un total de 738 brigadas, integradas por 11 especialistas de las secretarías de Salud estatal y federal, enfermeras y enfermeros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), iniciarán el próximo 16 de marzo.

Educación antes que prohibición

Sara Laura Barreiro Sarmiento, licenciada en Nutrición, comenta que, los alimentos ultraprocesados son carentes de nutrientes y proteínas, por tanto, contienen en exceso azúcares, sodio, calorías y grasas saturadas. El consumo frecuente de estos en niños y adolescentes tiene varios efectos negativos.

Uno, puede ser que baje de peso por falta de nutrientes, proteínas y minerales, o bien, que suba porque está comiendo de más, esto se llama malnutrición. Al estar todavía en desarrollo pueden tener una talla baja, su estructura puede estar compuesta por más grasa que músculo.

A largo plazo, la falta de nutrientes provoca que el niño no crezca o no desarrolle su estructura ósea de manera normal y quedan con estatura baja o promedio. Todo esto, puede generar que tenga un sistema inmune débil al grado de desarrollar padecimientos cuya incidencia es más alta en adultos.

La diabetes, hipertensión, colesterol y triglicéridos, sí pueden presentarse en niños y adolescentes que consumen productos chatarra sin moderación. También puede haber deficiencia de calcio, hierro, minerales, al grado de tener huesos porosos.

Señala que, desafortunadamente no existe una cultura de buscar la orientación de un especialista en nutrición para los infantes y menos para los adultos, en su experiencia, ha atendido a muy pocos infantes, piensan que solo se acude cuando hay una enfermedad; por eso ha buscado el acercamiento con diversas escuelas para promover la educación nutricional.

Considera que la medida del gobierno federal es positiva para disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad, pero no debe ser la solución única, debe ser complementada con educación nutricional para los padres y madres de familia, y los niños y adolescentes, no debe quedar en solo quitar o prohibir.

Es una realidad que muchos padres y madres que trabajan, no tienen el tiempo suficiente de preparar un refrigerio saludable para sus hijos y les mandan productos procesados. Además, muchas infancias y adolescentes desconocen de nutrición.

El estado de sobrepeso y obesidad del padre o madre de los escolares y adolescentes, tiene influencia en la asociación del consumo de frutas, verduras y azúcares añadidos, con la presencia de sobrepeso u obesidad en esta población.