Escuela de Trabajo Social, forjando libre pensadores

En Chiapas el trabajo social, no es una alternativa sino una obligación moral y ética en la construcción de sociedades más participativas, sensibles, educadas y con alternativas de desarrollo.

En este sentido, la Escuela Superior de Trabajo Social Jesús Aquino Juan juega un papel de vital importancia, toda vez que aporta una formación de librepensadores, conscientes de las necesidades inmediatas e instruidos en educación humanista que les permite egresar no sólo como licenciados, sino como sujetos con formación trascendental.

La Escuela está constituida sobre la educación humanista basada en principios de justicia social, derechos humanos, responsabilidad colectiva y de diversidad; fundamenta sus planes de estudio en teorías del Trabajo Social, Ciencias Sociales y Humanidades, incorporando además conocimientos indígenas y del contexto histórico y social del estado.

Al respecto, el fundador y director del centro educativo, el propio Jesús Aquino Juan explicó que la Escuela se ha construido éticamente bajo el principio de atención a las necesidades y a través de complejas relaciones sociales, familiares, académicas, culturales, laborales y cívicas.

Afirmó y confirmó públicamente que todos los que conmigo han convivido en complejas relaciones sociales, familiares, académicas, culturales, laborales y cívicas han colaborado a la gran comunidad educativa que hoy es la Escuela Superior de Trabajo Social Jesus Aquino Juan.

Historia

En los albores del aniversario de su fundación, Aquino Juan recordó la importancia del lema: “Concientizar, Servir y Transformar, con Calidad y Calidez Profesional”, pues un 24 de septiembre de 1978 se fundó la institución de educación superior, que hoy cuenta con una subsede en Tapachula de Córdova y Ordóñez.

Recordó que en sus inicios la escuela, no contaba con edificio propio y las carencias predominaban, sin embargo gracias a la tenacidad y sobre todo la necesidad de servir a las nuevas generaciones, el propio director gestionó acciones y en otros casos invirtió directamente recursos para florecer un sistema educativo modelo en el Sureste Nacional.

En coordinación con el gobierno estatal de la época se construyeron las instalaciones en un terreno donado por el Ejido Francisco I. Madero, en el kilómetro 6.5 de la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo.

El predio era un verdadero páramo, agreste y falto de toda vegetación, sin embargo, Aquino Juan fue ganando espacio al descampado, reforestando y construyendo aulas para ofrecer educación.

“Las personas decían que ni los cactus crecerían, pero nada nos detuvo, limpiamos, desmontamos, reforestamos y demostramos que esas tierras sí eran fértiles, pues ahora de ella florecen librepensadores licenciados en trabajo social”.

Con el paso del tiempo se han seguido construyendo aulas educativas, pero también foros culturales de teatro, danza, música y sobre todo una formación integral, que forma nueva generaciones conscientes de las necesidades en Chiapas.

En los jardines centrales de la institución se yergue majestuoso el único obelisco en el estado, el cual tiene una altura de 23.30 metros rematado por un piramidón metálico en terminación color oro. Está rodeada por una fuente circular con jardinería en talud y enfrente una plaza cívica escalonada con una asta bandera de aproximadamente 12 metros.

En ésta se encuentra un nicho para una “cápsula del tiempo” donde guardan sigilosamente recuerdos, evidencias y que será abierta en un futuro lejano. Ésta es la Escuela Superior de Trabajo Social Jesús Aquino Juan, una escuela de excelencia, donde han egresado 40 generaciones de licenciatura.

Cabe recordar que en una necesidad de superación permanente, Jesús Aquino Juan realizó estudios en Austria, Alemania, España y Estados Unidos, así como en la Escuela Normal Superior de México y en la Universidad de Anáhuac. Además fue profesor de la Facultad de Humanidades de la Unach.

Así mismo, Aquino Juan se describe como un luchador de la vida, del saber, de la enseñanza, del conocimiento, amigo de la cultura, siempre en constante búsqueda por la verdad y el bien común

Aferrado a la vida, pues tiene arterias de acero y un corazón renovado por médicos, enfermeras, amigos y sobre todo por su esposa e hijos, así como por el recuerdo siempre a flor de piel de sus padres, de sus alumnos, exalumnos, personal docente y administrativo de la Escuela Superior de Trabajo Social “Jesús Aquino Juan”, donde todos, absolutamente todos son importantes.

Aquino Juan, recuerda con cariño y admiración a sus maestros, pero en especial a los del Seminario Conciliar de Chiapas, de San Cristóbal de Las Casas, donde estudió y a su vez obtuvo la fuerza espiritual que le caracteriza.

Por ello el nuevo edificio que alberga a los salones de danza y teatro, lleva el nombre de “Schola Artium Pbro. Mtro. Raúl Mandujano García”, uno de los maestros que forjaron su educación.

A Jesús Aquino Juan, se le otorgó en octubre de 1995 de parte del Patronato Fray Bartolomé de Las Casas, A. C. y el Ayuntamiento Constitucional de San Cristóbal de Las Casas y la Editorial Fray Bartolomé de Las Casas, A. C. el premio Prof. José Weber Biesinger, por su distinguida labor docente y su calidad humana puestas al servicio de la comunidad. Así también recibió de manos del entonces gobernador del estado, Juan Sabines Guerrero, el Premio Chiapas en Ciencias 2010 que es el máximo reconocimiento que otorga el gobierno del Estado a un ciudadano por su labor científica, social y artística enfocada a enaltecer nuestra entidad.