El Movimiento de Parteras de Chiapas “Nich Ixim”, conformado por más de 600 parteras tradicionales de más de 30 municipios, señaló violaciones del Estado mexicano hacia los bebés recién nacidos.
Hay que recordar que en 2017 el movimiento surgió para defender e impulsar la partería tradicional. Es independiente y sin asociación a ningún partido político ni religión.
Dicho movimiento está conformado por parteras tsotsiles, tojolabales, tseltales, choles, canjobal, zoques, chuj y mestizas, tanto rurales como urbanas.
El movimiento denunció que en varias zonas del estado se violenta su derecho a atender por parte del sector salud.
“Se nos prohíbe de forma directa, cuando el personal de salud nos dice a las parteras que ya no atendamos partos, que no acomodemos bebés, haciendo que algunas compañeras dejen de atender o que lo hagan ‘a escondidas’, como así lo nombran las mujeres”, externaron.
Las parteras y parteros han documento este tipo de casos, sobre todo en comunidades donde hay clínicas del IMSS-Bienestar.
“Aunque les gusta presumir de su modelo de integración de la partería tradicional, la realidad es que en muchas de sus zonas de atención están prohibiendo o limitando nuestro derecho a atender partos”, señalaron.
Además de las prohibiciones directas, también usan otras formas para limitar y desmotivar que el parto sea atendido por parteras.
“Es constante que el personal de salud nos amenace con la cárcel si se nos muere un bebé o una mujer; e incluso nos meten miedo diciendo que hay lugares donde han matado parteras por esta situación”, recordaron.
Por tanto, la presión también va dirigida a las mujeres, a las que les provocan miedo diciéndoles que si no se atienden en un hospital van a matar a su bebé.
Así también, si no acuden a controles prenatales en las clínicas, al negarles los servicios básicos a los bebés como la prueba del tamiz y las vacunas.
Denunciaron que cuando los bebés nacen con una partera tradicional, se les niega o dificulta su registro de nacimiento, más cuando lo atienden parteras no vinculadas al sector salud; por lo que el Estado está violando el derecho a la identidad de la persona recién nacida.
Por tanto, el Movimiento de Parteras ha identificado múltiples violaciones a este derecho cuando el personal de las clínicas no reconoce a algunas parteras o porque el mismo personal lo usa como medida de presión para impedir la atención del parto por partera.
“Igualmente se viola el derecho cuando no hay personal en las clínicas, no hay formatos, y cuando se les niega el certificado a las mujeres que no llevaron su control prenatal en la clínica o son migrantes. En estos casos, los niños y niñas carecen de su acta de nacimiento durante años, impidiendo su acceso a otros derechos básicos como la educación, salud, etcétera”, finalizó.