“En 40 años habíamos tenido problemas de diversa índole, pero lo que está ocurriendo en las Zonas Arqueológicas (ZA) de Bonampak y Yaxchilán es inédito”, afirmó Herbert Castellanos, propietario de Anfitriones Turísticos de Chiapas (ATC), empresa fundada en 1984.

“Son jóvenes lacandones integrantes de un cártel que están en la entrada de Bonampak cobrando derecho de piso; los guías y choferes los conocen y saben quiénes son, porque antes estaban cuidando o lavando vehículos en el estacionamiento, pero ahora ya están involucrados y armados como parte de estos grupos de control”, agregó.

En entrevista comentó que “Bonampak está controlada por la población lacandona que vive en la comunidad de Lacanjá”, que es el punto de entrada a esa zona arqueológica.

Desde hace mucho tiempo lograron imponer que si uno va en su carro, ocho kilómetros antes de entrar, hay que dejar estacionado el vehículo y lo obligan a pagar un transportarte administrado por ellos hasta el sitio arqueológico”.

Añadió que si el turista “entra a comer o a visitar Lacanjá, se pasa en una caseta y cobran 40 pesos por persona. Esos pagos están aceptados al igual que el del ingreso a la zona arqueológica que cobra el Instituto Nacional de Antropología e Historia”.