La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) deben mantener un estricto y puntual monitoreo de las presas que operan en el estado de Chiapas, para evitar medidas emergentes y posibles inundaciones que pongan en riesgo la seguridad de los chiapanecos, un llamado que proviene del Consejo de la Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta.
De acuerdo al titular de este órgano, José Alfredo Araujo Esquinca, con el inicio de la temporada de ciclones tropicales y en apego al pronóstico de la Conagua, del 15 de mayo al 30 de noviembre de este año se estarán presentando fuertes lluvias y diversos fenómenos meteorológicos en la región, entre ellos, 26 ciclones tropicales (7 en el Atlántico y 19 en el Pacífico).
“Es muy importante tener claras las acciones que las dependencias realizarán para que los fenómenos meteorológicos pasen sin novedad en Chiapas y Tabasco”, aseveró.
Manifestó que hay avances importantes para hacer frente a este período, como la activación del Sistema de Alerta Temprana, en el que el Gobierno federal se coordina con el estatal y los ayuntamientos, para avisar oportunamente a la población sobre los riesgos de las precipitaciones y las medidas que deben tomar.
Destacó que el correcto manejo del agua que recibirán las presas: La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas, es fundamental, principalmente para Tabasco, porque se ubica en la cuenca más baja.
Explicó que si el agua rebasa los niveles de estabilidad, será necesario abrir los vertedores para evitar que los contenedores se sobrellenen y afecten las cortinas, “un trabajo que debe hacerse con un control estricto, para que las avenidas de agua no lleguen a Villahermosa y se provoque una inundación”.
Alfredo Araujo consideró que sin poner en riesgo la generación de electricidad, en la temporada de estiaje la Conagua procuró niveles bajos en los vasos de las presas, tras prever la gran cantidad de agua que recibirán durante estos meses.