Exhortan a medios a no revictimizar
Algunos periodistas por desconocimiento violan leyes y pueden afectar el debido proceso penal. Diego Pérez / CP

Estadísticas de diversas organizaciones señalan que en México al menos 10 mujeres son asesinadas cada día. Los medios de comunicación han sido clave para visibilizar esta grave problemática, que en muchos casos es invisibilizada por las autoridades, sin embargo muchos caen en el morbo y la revictimización, incluso afectando el debido proceso para que las víctimas accedan a la justicia.

Para ayudar a las y los periodistas a saber cómo dar cobertura a feminicidios y casos de violencia contra las mujeres —algo que no enseñan en las universidades ni en las redacciones, por lo que suelen caer en errores graves—, se creó (el texto) “Un manual urgente para la cobertura de violencia contra las mujeres y feminicidios en México”, de ONU Mujeres, publicado en 2021.

Este documento fue presentado por su autora Cristina Salmerón Arroyo, periodista especializada en contenido con perspectiva de género, quien tuvo una participación en el Seminario: Periodismo de Paz para las Mujeres, organizado por la Secretaría de Igualdad de Género (Seigen), a través del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (Paimef).

Ella es autora de este manual junto con Karla Casillas Bermúdez, Lydiette Carrión Rivera e Isabel Montoya Ramos, como parte del trabajo de ONU Mujeres en la Iniciativa Spotlight, una alianza entre la ONU y la Unión Europea (UE), en articulación con el Gobierno de México para prevenir y eliminar la violencia feminicida.

Salmerón es consultora de ONU Mujeres y editora de audiencias en Post Opinión, sección en español de The Washington Post; explicó que el manual está hecho en seis partes: I) Presentacio´n Iniciativa Spotlight en Me´xico; II) Un recorrido por coberturas de violencia de ge´nero en la prensa mexicana; III) Pra´cticas exitosas en la cobertura de feminicidios; IV) Recursos gra´ficos; V) Anexo 1; VI) Directorio de organizaciones e instituciones pu´blicas que brindan ayuda a nin~as y mujeres vi´ctimas de violencia.

La primera parte es una presentación que incluye un marco legal de todas las leyes nacionales y tratados internacionales que están violando las y los periodistas por desconocimiento, al hacer coberturas que revictimizan y que son violentas.

La segunda parte, que es la medular, se trata de la documentación de siete casos de violencia contra mujeres que fueron mediáticos, como el de Ingrid Escamilla, lo cual alentó a trabajar más en el manual porque los medios de comunicación tuvieron una gran injerencia en la revictimización y violencia hacia la familia. También está el caso de la niña Fátima, en cuanto a cómo cubrir un feminicidio cuando se trata de una menor de edad; de la saxofonista María Elene Ríos, un caso de tentativa de feminicidio, para saber cómo cubrirlo cuando el agresor es una persona famosa y con poder.

“Vienen varios casos, quisimos abordar varios estados del país y varias temáticas, que son complejas de analizar. Nunca sabemos si usar una fotografía con blur (efecto tipo difuminado) o no; si es menor de edad, si se pone la cara o no; si podemos dar nombres completos, direcciones, qué datos sí y cuáles evitar para no violar el debido proceso”, explicó.

Manifestó que algunos medios tradicionales han sido muy receptivos en cuanto a actualizarse y capacitar a su personal, en una visión con perspectiva de género en la cobertura de temas como la violencia contra la mujer y los feminicidios.

“Como parte de la Iniciativa Spotlight de ONU Mujeres impartieron algunos talleres a grandes medios de nuestro país, pero hay otros que no les importa que siguen replicando los mismos paradigmas que revictimizan a las mujeres víctimas, porque les da vistas y audiencia”, compartió Salmerón Arroyo.

La periodista y consultora remarcó que en su formación profesional nunca tuvo una asignatura de periodismo con perspectiva de género, ni siquiera un temario en alguna materia; sí periodismo deportivo, televisión, radio, historia de la caricatura del siglo XIX, pero nunca les enseñaron cómo cubrir este tipo de casos.