Sindicalizados y derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hicieron un llamado a la Dirección General para que se agilicen los trabajos de ampliación de la clínica en Tapachula, ante los retrasos, pero sobre todo exigen atención a las pésimas condiciones laborales y de atención que existen actualmente en la institución.

En el olvido

En entrevista, el secretario de la Delegación D-I-287 del SNTE, Agustín Vargas, expuso que desde hace más de dos años inició la construcción de la ampliación y con ello los compromisos de mejores condiciones de trabajo y atención, pero en la actualidad se tiene un atraso sustancial que no permite pronosticar fecha alguna para el término de la ejecución de la obra.

Afirmó que la obra de la Clínica Hospital del ISSSTE en Tapachula, a la que muchos políticos se adjudicaron la gestión, se proyectó con la intención de cubrir las necesidades para garantizar una atención eficiente de los usuarios.

Afirmó que de 36 camas censables que tiene en la actualidad, al ser reestructurada y ampliada se convertiría en un hospital de segundo nivel que contaría con 56 camas y 18 especialidades, incluyendo neurología, nefrología y cirugía cardiovascular.

Sin avances

“No hay avances y es una exigencia de los trabajadores para que cambien el modelo de atención en un viejo y deteriorado edificio al que no se le da mantenimiento ni equipo que tiene más de 50 años en la atención de los derechohabientes y que por mucho ya se saturó”, expresó.

Detalló que actualmente la clínica del ISSSTE funciona en pésimas condiciones, a tal grado de que el quirófano no funciona, ya que los equipos están descompuestos, lo que va en detrimento de la salud de los pacientes, además de que las difíciles condiciones de trabajo empeoran en temporada de lluvias, ya que se ha evidenciado a través de videos y fotografías tomadas por pacientes y familiares que hay inundaciones al interior del inmueble por las grandes goteras que existen en los techos.

Exigencias

El entrevistado puntualizó que no es un favor lo que piden sino un derecho que por ley les corresponde, ya que de manera quincenal les descuentan una cuota, pese a que el servicio que reciben es pésimo.