Hartos de la precariedad y de que las autoridades, por siete años, “les den largas”, alumnos, docentes y padres de familia de la Escuela Primaria —que recientemente sufrió un incendio— “Carmen Serdán Alatriste” de Ciudad Maya en Berriozábal, realizaron una marcha exigiendo se construya la escuela con materiales de calidad y acorde al derecho constitucional de garantizar una educación digna.
El contingente que partió del Parque de la Marimba con rumbo al Palacio de Gobierno, repitió incesante “¡Queremos una escuela digna!”; en el mitin, Laura Molina determinó que son cientos de alumnos los que acuden a las escuelas en malas condiciones.
“Venimos exigiendo que nos construyan las aulas de la escuela, ya que estamos en condición precaria, la escuela tiene siete años funcionando y hasta la fecha nos han dado largas con la escritura de la escuela, y por tal motivo no nos quieren construir. Somos casi 300 alumnos. La semana pasada tuvimos un incendio, no sabemos si fue provocado, había niños en la escuela, se evacuaron de emergencia”, declaró.
El terreno es grande y se encuentra cerca de terrenos baldíos. Durante dos o tres veces al año, padres y docentes mantienen acciones para limpiar el espacio; además de ser ellos quienes construyen los espacios para los alumnos.
“Aún seguimos en terracería, las aulas son de madera construidas por nosotros, el material se compra con el dinero que entra a la escuela a través de nosotros y ya es necesario que los niños tengan una escuela digna”, señaló.
Ya han pagado la mitad de las escrituras, siendo esa una de las condiciones que dio la Secretaría de Educación (SE) y el municipio en Berriozábal para poder construir, pero hasta la actualidad ambas autoridades “han dado largas y hasta ahorita no vemos solución”.
Una comitiva entró a dejar la solicitud con las autoridades estatales, a las afueras, en donde se expuso que se va a solicitar la intervención directa del Ejecutivo estatal, al igual que de la SE.
“Estamos solicitando la construcción de las aulas de la escuela y el bardeado, porque estamos a orilla de terrenos baldíos donde nos llegan a tirar hasta pollos muertos, y [está] el peligro de serpientes, arañas, alacranes, que pueden entrar en las aulas que son de madera”, concluyó la denunciante.