Cientos de inconformes de marcharon en Tuxtla Gutiérrez con los féretros del dirigente Noé Jiménez Pablo y el militante José Santiago Gómez Álvarez, asesinados el jueves en el municipio de Amatán, para exigir que se haga justicia.
La marcha partió de la Diana Cazadora ubicada al oriente de la ciudad, encabezada por dos carrozas con los féretros de Noé Jiménez Pablo y José Santiago Gómez Álvarez, con destino al Parque Central, en donde se realizó un mitin frente a Palacio de Gobierno.
Durante su paso por el Bulevar Ángel Albino Corzo y avenida central, no se registraron actos vandálicos o pintas de edificios públicos, la marcha se desarrolló con tranquilidad hasta llegar a la plaza central, donde realizaron un mitin en Palacio de Gobierno.
El dirigente Francisco Jiménez Pablo afirmó que el asesinato de su hermano Noé “tiene que ver con el control del territorio, pues el grupo paramilitar que opera en la zona tiene todo el corredor que implica la entrada y salida a Tabasco, donde se trasiega indocumentados, droga y se cometen otros actos ilícitos”.
Enfatizó que “Noé había construido un amplio movimiento social en la zona, por lo que su trabajo implicaba una amenaza para narcos y grupos de la delincuencia organizada”.
Señaló que desde 2002, el cacicazgo político inició en Amatán por la familia Carpio Mayorga con diferentes partidos y desviando recursos del erario público, creando grupos de guardias blancas.
Durante la manifestación con los sarcófagos presentes, exigieron castigo a los asesinos de los líderes sociales y volvieron a reiterar que el gobierno federal estaba a punto de llegar a un acuerdo para que el alcalde Manuel de Jesús Carpio Mayorga, del partido Morena, solicitara licencia, ya que “de facto, el concejo popular estaba gobernando ya”.