Padres de familias de escuelas preparatorias de Tapachula hacen un llamado a la autoridad escolar para evitar abusos en las denominadas cuotas voluntarias o “inscripciones” que les exigen para que sus hijos sean matriculados, aunque señalan que no es obligatoria, condicionan a los estudiantes a cumplir con los pagos que fijan directivos y que oscilan en mil 500 pesos por alumno.
En entrevista, José Antonio Chol, miembro del consejo local del comité de padres de familia, dijo que no se cumple la ley porque esa cuota es exagerada y muchas veces no se transparenta el destino, termina siendo una imposición de las autoridades educativas que buscan de distintas formas disfrazarla con el término “cuota voluntaria”.
Sin embargo, al final, el padre de familia que no cumple con esta cooperación difícilmente se le permite inscribir a sus hijos, toda vez que entre los requisitos para las inscripciones del curso siguiente, en cada una de las escuelas preparatorias, se les estipula que se debe anexar el comprobante original del pago “voluntario”, lo que es una imposición y abuso por parte de los directores de los planteles que tienen incidencia en estas acciones.
Situación económica
Señaló que lamentablemente en las escuelas del nivel medio superior no se considera la situación económica que enfrentan las familias, por lo que algunos padres han tenido que endeudarse para cubrir los mil 500 del pago de la cuota escolar, de lo contrario no les permitirán inscribir a su hijo.
“Esta situación está causando una inconformidad generalizada entre los padres de familia que se ven imposibilitados a pagar una cuota escolar, debido a muchas razones, pero, principalmente, a la crisis económica que se enfrentan tras la marcada inflación que repercute en la escalada de precios de la canasta básica”, abundó.
Los padres de familia, en el caso de la Prepa 1 Tapachula, han señalado que se debe transparentar el destino y uso de los recursos, así como el efectivo que se tiene en caja, pero esto nunca se hace, pues buscan que quede en el olvido sin rendir cuentas y agenciarse de más recursos de la inscripción del semestre escolar que está por concluir, además de señalar que existe poco o casi nada de mantenimiento en las instalaciones escolares.