Izack Zacarías Najar, integrante de la organización Impulso Trans, consideró que existe resistencia para hablar sobre temas de la agenda de dicha sección de la comunidad LGBT+; en específico, sobre la ley de identidad, la cual se mantiene detenida desde hace varios años.
Impulso Trans es una asociación civil sin fines de lucro ni intereses políticos que tiene como objetivo asesorar, informar, acompañar y gestionar acciones para mejorar la calidad de vida de las personas trans. En este sentido, su trabajo ha sido en coadyuvar en temas como salud, atención jurídica, educativa y legislativa.
Zacarías Najar habló sobre los diversos programas de la organización, los cuales van desde vinculaciones y canalizaciones con proveedores de salud, pasando por proveedores de servicios jurídicos, e inclusive fortalecimiento económico.
Además, trabajan con temas como migración, desplazamiento forzado, adicciones, cuestiones suicidas, situación de calle, violencia y discriminación.
En este sentido, el activista habló desde la impresión recopilada de personas que viven en Chiapas, la cual no es favorable.
“Hay una fuerte discriminación, una fuerte violencia. No hay acceso a temas de salud, en temas de acceso al trabajo, a la educación, también son situaciones muy complejas para poblaciones trans (…) Chiapas se está quedando muy atrás”, consideró.
El activista consideró la modificación de los documentos legales como un severo problema, ya que diversas personas tienen que salir para realizar dicho reconocimiento, lo que significa un bloqueo de sus derechos.
Contexto
En octubre de 2021, la Red por la Inclusión de la Diversidad Sexual (Redisex) hizo un llamado a la legislatura del Congreso del Estado para avanzar a favor de la ley de identidad de género.
“El Estado no debe asignar la identidad, sino reconocer aquella con la que cada una se identifica”, expresaban.
La Red exhortaba a garantizar una vida libre de violencia, discriminación a las personas trans, en especial a las infancias y adolescencias. También pidieron dejar la mirada adultocentrista, puesto que el derecho a la identidad es personal y su ejercicio no depende de la mayoría de edad. Además de que se respeten principios como el interés superior y la autonomía progresiva.
“Permitir la implementación de la ley de identidad y que cambien su acta por vía administrativa contribuiría a la formación de infancias sanas y felices”, finalizó la Redisex.