Apenas unos años después de que los valientes chiapanecos de la Expedición Pañuelo Rojo se convirtieran en los primeros en conquistar el Cañón del Sumidero en 1960, una audaz tripulación de exploradores estadounidenses se propuso lograr esa hazaña que muchos consideraban imposible, navegar en balsa los 27 kilómetros más peligrosos del río Grijalva que serpentean por el imponente Cañón del Sumidero.
Su épica travesía de 11 días, llena de percances y adrenalina, quedó registrada en la película “Run of the Rio Grijalva”, un documento fílmico que ahora puede ser visto de manera gratuita por el público.
La cinta, perteneciente a la serie “A Través de los Siete Mares” y producida por Bob Moran, sigue los pasos de los dieciséis hombres de la Expedición Western River, liderados por Jack Curry.
Llegada
La película inicia con la llegada del equipo a Tuxtla Gutiérrez, donde son recibidos con música de marimba y la calidez de las autoridades locales, incluyendo al entonces gobernador de Chiapas, quien les deseó éxito en su arriesgada empresa.
Además, el alcalde de la capital les da un rifle con municiones para enfrentarse a los grandes retos del cañón. Que desde 1527 intentó ser conquistado, sin éxito; pero fue hasta 1960 que el grupo chiapaneco Pañuelo Rojo realizó la histórica hazaña.
Tras un reconocimiento aéreo del tortuoso cauce, los expedicionarios partieron desde una playa en las afueras de la capital. La filmación, que combina planos desde la orilla con tomas subjetivas desde las balsas, sumerge al espectador en la furia del río.
Los primeros rápidos pronto dan paso a cascadas infranqueables bautizadas con nombres ominosos como “Deadhorse Falls” (Cascadas del Caballo Muerto), donde la expedición enfrentó su primer gran contratiempo.
El momento de mayor tensión se vive cuando una de las balsas más pequeñas, al intentar cruzar una corriente traicionera, vuelca. La cámara capta la desesperación de los hombres siendo arrastrados por la fuerza del agua.
Paul, uno de los tripulantes, emerge en la orilla opuesta con un profundo corte en la frente, mientras los demás logran alcanzar la ribera aferrándose a rocas y a la balsa dañada.
La pérdida de la balsa “Cocodrilo” los obligó a emplear técnicas de “lining”, guiando las embarcaciones restantes con cuerdas a través de secciones como las “Matterhorn Falls”, donde un hombre sufrió una severa quemadura por la soga.
La expedición no estuvo exenta de más bajas; un integrante con el tobillo lesionado debió ser evacuado en el helicóptero de apoyo.
A pesar de los obstáculos, los rápidos y las constantes labores de transporte de equipo por tierra, la determinación del grupo no decayó.
Festejos
Finalmente, tras sortear la “Roca Sin Salida”, el último gran escollo, las aguas se calmaban y las señales de civilización anunciaban el fin de la proeza.
Fueron guiados hasta el pueblo de Chicoasén, donde recibieron atención médica y, posteriormente, un heroico recibimiento de regreso en Tuxtla Gutiérrez, con una cena en su honor que coronó los once días de una aventura que hizo historia.
Este invaluable documento, contrapone la bravura del río con la belleza cruda del Cañón del Sumidero.
La producción está disponible para su visualización en el Archivo de Internet (archive.org/details/14704-across-the-seven-seas-run-of-the-rio-grijalva-md-vwr) y en YouTube (youtube.com/watch?v=5a_g2f2Fg6M), invitando a presenciar el momento en que el indómito Grijalva fue, por primera vez, domado por extranjeros.