Extracción de musgo y heno, un golpe a la naturaleza
La investigadora advirtió que las consecuencias de la extracción indiscriminada se vivirán en el largo plazo. Carlos López / CP

El musgo y el heno son plantas utilizadas durante la temporada navideña para la elaboración de nacimientos desde hace muchos años, a pesar de que existe una Norma Oficial Mexicana (NOM) que prohíbe su extracción desmedida. Se les puede encontrar en mercados públicos, principalmente.

La extracción desmedida de algunas plantas, utilizadas en algunas tradiciones, genera un impacto ambiental severo, porque tardan mucho tiempo en reproducirse nuevamente; tal acción termina con ecosistemas enteros y contribuye a un escurrimiento más fuerte en los ríos.

Investigadora

Ana Guadalupe Rocha Loredo, profesora-investigadora en el Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), explicó que el musgo y el heno son plantas complementarias y son denominadas “epifitas”.

Algunos estudios realizados por diversos organismos indican que pueden pasar hasta 40 años para que esos espacios donde se extrajo el musgo se puedan repoblar con la misma especie, aunque tiene mucho que ver la cantidad extraída, pues si se extrae toda una colonia la regeneración tardará aún más.

Los musgos crecen sobre el suelo, las rocas y los árboles, mientras que el heno crece principalmente sobre los árboles. Crecen en bosques húmedos, ecosistemas que se encuentran en prácticamente todos los estados del país, sobre todo en Chiapas.

Retenedoras de humedad

Específicamente, el heno crece en bosques húmedos y se encarga de captar la humedad ambiental, lo que beneficia directamente a los árboles. Eso ayuda también a que el agua no se condense.

Los musgos crecen en el suelo y en las rocas, reteniendo el agua, ya que crecen a las orillas de los ríos; sirven como ecosistemas para insectos pequeños y microorganismos, generando materia orgánica que sirve para que otras plantas puedan crecer sobre ellos.

Esa condición especial para germinar plantas tarda cientos de años en formarse, por lo que al retirarlo el agua erosionaría por completo la roca y los suelos de los cauces.

También, al quitar los musgos de las rocas se facilita el arrastre de materiales entre los ríos, porque a largo plazo se van erosionando los suelos y las rocas, incrementando la velocidad de los escurrimientos.

Extracción

Desafortunadamente, la extracción del heno y musgo para los nacimientos es una práctica presente en casi toda Latinoamérica, por su color verde y húmedo que asemeja al pasto.

La extinción de estas dos plantas tendría un impacto ambiental a mediano y largo plazo, como la nula formación de suelo, insectos sin hábitat, nula retención de humedad y de agua.