Constructoras y comerciantes de material de construcción extraen material pétreo de ríos de la costa de Chiapas de manera irregular, en particular del río Coatán en la zona baja de Tapachula, lo que se suma a la crisis climática que se traduce en largos periodos de sequía. Hay escasez de agua cada vez en más lugares.
Urgen a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) mano dura contra los responsables de esta actividad ilegal.
Investigador alerta
Vicente Castro Castro, investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), dio a conocer que hasta ahora la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) y la Comisión Nacional Agua (Conagua) han sido inoperantes en frenar este grave daño ambiental en las riberas del río Coatán.
Dijo que el pasado 14 de marzo la Profepa informó sobre la clausura de material pétreo en las márgenes del río Huixtla; sin embargo, estas acciones son mínimas a la gran cantidad de lugares en donde se genera esta actividad en la Costa y Soconusco.
Señaló que tan solo en la cuenca del río Coatán, particularmente a la altura del libramiento sur de Tapachula, se ha convertido en un grave problema ambiental ya que cualquiera se aprovecha de la ausencia de las autoridades para saquear a los ríos.
"A pesar de que la legislación exige regulaciones estrictas sobre esta actividad, la realidad es que muchas empresas por toda la costa chiapaneca operan sin los permisos adecuados, contribuyendo al saqueo indiscriminado de recursos naturales", abundó.
Quién supervisa
Indicó que la extracción de arena y piedra en el río Coatán, y demás afluentes de la Costa de Chiapas, no es supervisada por ninguna autoridad, aun cuando éstas no cuentan con autorizaciones correspondientes.
Puntualizó que esta falta de control ha llevado a un aumento alarmante en el número de camiones pesados que, diariamente, transportan grandes cantidades de material extraído, alterando gravemente el cauce del río y poniendo en riesgo el equilibrio ecológico de la región.