Es obligación de los mexicanos contribuir al gasto público, lo dice la Constitución; sin embargo, el Código Fiscal federal establece que las personas físicas y morales están obligadas a contribuir para los gastos públicos conforme a las leyes fiscales, esto incluye a los extranjeros.
Néstor Gabriel López, contador público certificado, comentó que en México el modelo tributario se ha sustentado en no ser nacional, radica en función de la ubicación de la persona en el país, lo que se conoce como residencia fiscal, para las personas físicas esta se configura cuando nace en el país, dependiendo de sus fuentes de ingresos si es que tiene dos o más.
Cuando se trata de una persona moral, no importa si está constituida con las leyes mexicanas, si no donde está asentada la administración principal o su sede de dirección efectiva según el Código Fiscal de la Federación.
Los aspectos fiscales de los residentes en el extranjero que realizan operaciones en México a través de fuente de riqueza son complejos, dependen de varios factores.
México es favorecido por la gran diversidad de tratados internacionales que ha firmado, sobre todo, aquellos para evitar la doble tributación, a la luz del acuerdo multilateral también, que ya está vigente y aplicable.
Un extranjero debe pagar porque la legislación dice que le asiste los derechos humanos y garantía y protección del Estado, por lo que debe renunciar a los derechos extranjeros y ser tratado como nacional.
La legislación establece que están obligadas al pago del Impuesto al Valor Agregado las personas físicas y morales en territorio nacional que realicen actos y actividades de enajenación de bienes o presten servicios independientes.