El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) inició este jueves movilizaciones en sus Caracoles como parte de las actividades de la Jornada llamada en Defensa del Territorio y la Madre Tierra, por justicia para nuestr@s muert@s, nuestr@s desaparecid@s, nuestr@s pres@s y en contra de los megaproyectos de muerte Samir somos todas y todos.
EZLN divulgó en su página de Enlace Zapatista, imágenes de las concentraciones que se llevan a cabo en diez Caracoles, situados en diferentes regiones de la entidad, a un año del asesinato de Samir Flores Soberanes.
“No a los megaproyectos de López Obrador en contra de nuestra vida, de la vida de nuestra madre tierra, como: No al tren maya, no al transístmico, a la minería, no a las eólicas, no a las autopistas, no a los oleoductos, no a las presas hidroeléctricas, no a los gasoductos”, se lee, según las imágenes, en una manta colocada en el Caracol Jacinto Canek, sede de la Junta de Buen Gobierno Flor de nuestra palabra y luz de nuestros pueblos que refleja para todos, ubicado en San Cristóbal.
En otras fotografías se aprecian indígenas zapatistas, hombres y mujeres con el rostro cubierto con pasamontañas, sosteniendo en sus manos velas encendidas. También se manifestaron a la orilla de las carreteras.
“EZLN. Somos pueblos originarios de raíz maya. Con nosotros y en nosotros Samir Flores, vive”, se lee en otra manta colocada en uno de los espacios rebeldes.
La jornada se realiza en el marco del primer aniversario del asesinato de Samir Flores Soberanes, indígena náhuatl, comunicador y activista, integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos y del Congreso Nacional Indígena (CNI), opositor al Proyecto Integral Morelos.
Por este motivo, en la Costa del estado, el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa expresó su rechazo a la carretera transversal Pijijiapan-Palenque y en San Cristóbal de Las Casas, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas lleva a cabo un foro en el que se discute sobre los megaproyectos, los programas de gobierno y los efectos que tienen en la vida de las comunidades y en la vida de las mujeres indígenas campesinas en Chiapas.
Integrantes de la organización Las Abejas, de Acteal, a la que pertenecían los 45 indígenas masacrados el 22 de diciembre de 1997, se manifiestan en defensa del territorio y de la madre tierra con difusión y acciones de volanteo en la columna de la infamia, colocada a la entrada de esa localidad.