La población debe entender que la influenza no es un resfriado común, puede provocar síntomas que lleven a una persona a una hospitalización o, en el peor de los casos, a perder la vida. De hecho, Chiapas registra ya una muerte a consecuencia de este virus.
Nicolasa López Ovando, responsable estatal del Programa de Vacunación, dijo que han detectado resistencia de la ciudadanía para vacunarse, y no se han alcanzado las metas que se tenían programadas.
Para estas fechas las proyecciones iniciales eran de llegar a un 90 % en la cobertura, sin embargo, el avance se ha situado en un 62 %.
Como sector (incluye a todas las dependencias de Salud) la campaña de vacunación contemplaba la aplicación de un millón 576 mil 393 dosis. La falta de vacunadores, consideró López Ovando, fue un factor que impactó en el porcentaje que se lleva.
“No se contrató vacunadores para esta campaña, y luego de la transición del sistema. Prácticamente, las enfermeras no están saliendo como a campo, abasto tenemos de vacunas”, explicó.
La responsable estatal del Programa de Vacunación recordó que no vacunarse puede traer consecuencias graves como llenar los hospitales de pacientes, pero es más fácil prevenir que curar.
En un análisis que realizaron, calculó, una persona enferma del virus y que esté hospitalizada puede implicar un gasto de alrededor de 30 mil pesos. Los daños a la salud se pueden complicar por la edad, obesidad y otros padecimientos crónicos.
La campaña de vacunación está dirigida para infantes de seis meses a cinco años. De 5 a 59 años se incluyen a quienes tienen alguna comorbilidad relacionada con obesidad, diabetes, problemas renales, embarazadas, entre otros. Mayores de 60 años deben buscar su vacuna para evitar riesgos.
Finalmente, López Ovando aclaró que las vacunas se mantienen en cámaras frías y con controles de temperaturas, es decir, hay un cuidado estricto de estos insumos que son caros y auditables.