En el barrio Benito Juárez, de Chiapa de Corzo, se escucha el golpeteo acompasado del marro y las gubias que van creando un sonido jaranero sobre la madera de cedro y con el paso de las horas forman diversas esculturas de arte-objeto, únicas en su estilo.
Originario de Chiapa de Corzo, Chiapas y con casi medio siglo dedicado a la escultura de madera, Rosel González Montoya le da vida a una infinidad de figuras simbólicas y representativas de su pueblo.
Hasta el Vaticano
Y es que su trabajo lo ha llevado hasta el Vaticano donde en 2015 asistió y participó en la elaboración de dos nacimientos exhibidos en el Museo Vaticano, para el evento “Navidad Mexicana en el Vaticano 2015”.
El menestral y su hijo Asunción también realizaron una virgen de Guadalupe tallada en madera de cedro, misma que entregaron y obsequiaron directamente al papa Francisco.
Entre sus premios está la medalla de honor al mérito artesanal: “Francisco Lázaro Gómez Hernández”, reconocimiento a su trayectoria de calidad y por su difusión a la tradición artesanal; entre otros premios.
Oficio heredado
En este escenario, su hijo Guadalupe Asunción González trabaja la talla de madera, el ámbar y la elaboración del chin chin en morro y jícara, usando la técnica del pirograbado.
“He escuchado de algunos vetustos que el chin chin simboliza una ritualidad hacia la madre tierra; al momento de sonarlo y zapatear es como si se estuviera llamando, por tal motivo disfrutamos nuestros acervos”, concluye Asunción.