A 17 años de la masacre acontecida en la comunidad de Viejo Velasco, Ocosingo, en la que seis personas fueron privadas de la vida y decenas tuvieron que abandonar sus hogares, los familiares de las víctimas se pronunciaron en contra de este suceso.
“Seguimos sin que los gobiernos nos volteen a ver. Sin tener la culpa, nos han tratado inhumanamente y han olvidado nuestras exigencias de justicia y verdad”, externaron.
“No somos una gran economía para el estado, por ello piensan que somos un estorbo. Pero no, no nos vamos a cansar, seguiremos caminando, buscando justicia junto a nuestros pueblos que están en lucha”, afirmaron.
Además pidieron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, ello con la intención de tener un poco de humanidad hacia los pueblos tsotsiles, tseltales y ch’oles.
Como parte de las manifestaciones, destacan que están sufriendo enfermedades de sus familiares, además de problemas económicos, “nos ha costado mucho vivir en esta búsqueda por obtener la justicia, y seguimos sin que alguien nos escuche”, comunicaron.
Asimismo, se dio a conocer que como parte de estos hechos se tiene a una persona grave que espera el castigo para los responsables.
“Nuestra señora madre, Juana Vázquez Díaz, tiene la esperanza de que la justicia llegue a este caso y con ello poder conocer la verdad sobre la masacre de nuestro padre y el de nuestros compañeros. Pedimos a las organizaciones y centros de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, que nos ayuden en buscar la justicia”, finalizaron.
Hechos
En un operativo de corte paramilitar, cerca de 40 personas provenientes de comunidades como Nueva Palestina, Frontera Corozal y Lacanjá Chansayab, pertenecientes a la “Comunidad Lacandona”, armadas con machetes, palos, escopetas y rifles irrumpieron en la comunidad de manera violenta.
La masacre provocó el desplazamiento forzado de 36 personas, la ejecución extrajudicial de seis de ellas, la privación ilegal de la libertad y la tortura de una joven discapacitado que falleció en año 2010 a causa de las lesiones físicas y emocional generadas por el hecho violento. También se tuvieron cuatro desapariciones forzadas.