Con la Semana Santa recién concluida, pero continuando con las fiestas de Pascua, muchas personas regresan a sus rutinas con una mezcla de introspección, esperanza y necesidad de sentido. Al respecto, la psicóloga Ana Karen Ramírez Ortega habló sobre la necesidad humana de creer en algo superior y cómo la espiritualidad puede convertirse en una herramienta de bienestar emocional.

El periodo de Semana Santa, más allá de su carga religiosa, suele abrir espacio para cuestionamientos profundos sobre la vida, el propósito y la conexión espiritual. Ante ello, Ramírez Ortega mencionó que la necesidad de creer en algo superior está profundamente arraigada en la naturaleza humana.

“Buscar algo trascendental da estructura, propósito y sentido a la vida. Nos conecta con algo más grande que nosotros mismos, lo cual puede ser especialmente reconfortante en momentos de incertidumbre o sufrimiento”, señaló. Asimismo, explicó que la espiritualidad juega un papel clave en el bienestar emocional, ya que brinda consuelo, pertenencia y esperanza.

Religiosidad

Ramírez Ortega también aclaró la diferencia entre espiritualidad y religiosidad desde el ámbito psicológico. “La religiosidad está vinculada a doctrinas, instituciones y rituales específicos, mientras que la espiritualidad es más libre, más personal. Ambas pueden coexistir, pero no son lo mismo. Alguien puede ser muy espiritual sin pertenecer a una religión”, subrayó.

La psicóloga destacó cómo la fe, en cualquiera de sus formas, puede ser una herramienta en momentos difíciles. “En procesos de duelo o depresión, muchas personas pueden encontrar consuelo en la idea de que hay un propósito detrás del dolor o que no están solas. La espiritualidad puede ofrecer esperanza cuando todo parece oscuro”, dijo.