Festejan con marimba al Divino Niño Jesús

Habitantes del municipio de Chiapa de Corzo, festejaron con música de mariachi, marimba y parachicos al Divino Niño Jesús a quien le piden principalmente milagros por la salud de sus hijos menores de edad o de enfermos graves.

Los católicos pasearon la imagen del niño al que desde tiempos antiguos le tienen devoción considerando esta edad de Jesucristo como una maravilla de inocencia a la que festejan año con año repartiendo dulces, globos y flores multicolores que adornan el altar en el que es colocado.

Modernamente los santos que más contribuyeron a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

Santa Teresa de Jesús le tenía un amor tan grande al Divino Niño que un día al subir una escalera obtuvo una visión en la que contemplaba al Niño Jesús tal cual había sido en la tierra.

En recuerdo de esta visión la santa llevó siempre en sus viajes una estatua del Divino Niño, y en cada casa de su comunidad mandó a tener y honrar la imagen del Niño que casi siempre ella misma dejaba de regalo al despedirse.

De acuerdo a los creyentes han conseguido maravillas al solicitar favores por los méritos de la infancia de Jesús y luego de conseguir lo que con fervor piden, agradecen a la imagen llevándole mariachi, y repartiendo dulces entre los infantes que acuden a visitarlo.

En la mayoría de las iglesias católicas se encuentran imágenes que representan al Divino Niño y en Chiapa de Corzo, le celebran en grande paseando por las principales calles y es que aseguran ha concedido infinidad de peticiones de quienes tienen fe, que aseguran que con devoción el Niño Jesús se encarga de resolver imposibles.

Según la historia en el año 1935 llegó el Padre Salesiano Juan del Rizzo al barrio “20 de Julio”, al sur de Bogotá, una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos. Le habían prohibido emplear la Imagen del Niño de Praga porque una asociación muy antigua reclamaba para ella el derecho exclusivo de propagar esa imagen.

El Padre del Rizzo estaba convencido de que a Dios le agrada mucho que honremos la infancia de Jesús, pues así lo ha demostrado con innumerables y numerosos milagros.

Además recordaba muy bien la promesa hecha por Nuestro Señor a una santa: ” Todo lo que quieres pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo”. Así que no desistió de propagar la devoción al Divino Niño pero dispuso a adquirir una nueva imagen.

Se fue a un almacén de arte religioso llamado “Vaticano”  propiedad de un artista italiano, y le encargó una imagen bien hermosa del Divino Niño. Le prestaron una imagen bellísima, el padre la llevó para sus solitarios, desérticos y abandonados campos del “20 de Julio”.

Esta es un de las imágenes más hermosas y agradables que han hecho de nuestro Señor. Con los brazos abiertos como queriendo recibir a todos. Con una sonrisa imborrable de eterna amistad.

El Padre Juan comenzó a narrar a las gentes los milagros que hace el Divino Niño Jesús a quienes le rezan con fe y a quienes ayudan a los pobres, y empezaron a presenciar prodigios admirables: enfermos que obtenían la salud, gentes que conseguían buenos empleos o estudio para los niños, o casa o éxito en los negocios. Familias que recobraban la paz.

Las cuatro condiciones para obtener favores del Divino Niño Jesús son: ofrecerle la Santa Misa Durante Nueve Domingos y confesarse y comulgar al menos en uno de ellos, dar una libra de chocolate o equivalente en dinero o en comida a los pobres, si la persona es pudiente dar un mercado para familias pobres (o su equivalente en dinero. No repartir en la calle porque se forma desorden, Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos y repartiendo novenas, estampas y almanaques.