Paola Yazmín Ocampo Alcázar fue hallada sin vida en una cisterna de la Escuela Primaria Federal “David Gómez” el 8 de diciembre de 2022, cuando el alumnado se encontraba en clases. Ocho meses después del trágico hecho, la familia aún no encuentra justicia.
Ayer, 11 de agosto, Pao cumpliría 37 años, pero por primera vez Flor Emilia Alcázar, su madre, no pudo celebrarla. A las 11:00 horas acudió a la escuela junto con su familia y organizaciones acompañantes, colocó cruces color rosa, un féretro, fotografías y cartulinas en las que exige justicia. “No fue accidente de trabajo, fue feminicidio”, precisaron.
Como integrante de las Madres en Resistencia de Chiapas, la Colectiva Cereza y la Fundación Karla Velasco, Flor inició una campaña para exigir justicia. Además del proceso ante la Fiscalía General de la República (FGR), al no encontrar respuestas en la investigación estatal.
Paola llegó a su trabajo poco antes de la 7:30 de la mañana el 7 de diciembre de 2022, pues era una de las encargadas de recibir a los alumnos de cuarto, quinto y sexto grado. Pero ese día no estuvo en el portón, pasaron las horas y tampoco acudió al llamado del director José Ángel Medrano Samayoa, quien nunca dio aviso a las autoridades de su ausencia, a pesar de que las pertenencias de la trabajadora permanecieron en la escuela.
Las hermanas de Paola recuerdan que el director les llamó para reportarla en tono molesto, acusándola de haber abandonado sus funciones. Fue en ese momento que la familia se movió para localizarla, “nunca hacía eso, era una persona responsable”, recordaron.
Al no hallarla hicieron la denuncia ante Fiscalía General del Estado (FGE), que emitió la ficha de búsqueda señalando que Paola desapareció en la ruta de su casa al trabajo, pero “no fue así”. Ese día (7 de agosto), una de las docentes encontró el agua del garrafón regada en un salón de la escuela y Paola llegó a secar el piso. Es decir, Paola se presentó en el centro de trabajo.
Al día siguiente (8 de agosto), madres y padres de familia guiados por la información de las autoridades, incluso por instrucción de Medrano Samayoa, llevaron a sus hijas e hijos a clases. Dos horas más tarde, Paola fue hallada en un cisterna que distribuye agua a los baños del alumnado.
Al día de hoy el asesinato sigue impune, pues la FGE determinó que se trató de una muerte accidental, “pero ya se había buscado [en la cisterna] y no la encontraron”, dijo una de las personas que apoyó con la búsqueda.