Después de que se dio a conocer que en la Iglesia católica desaparecería la figura de madrinas y padrinos de bautizo a partir del 9 de abril del año en curso, el sacerdote Gilberto Hernández García explicó que se trata de una situación localizada al sur de Italia, pero que no tendrá efectos para México ni tampoco para Chiapas, debido a que en esta zona el tema no se ha tocado.
Mencionó que ese decreto es local, después de que se analizó que dicha figura no responde a las exigencias que tienen los padrinos, y por lo tanto se han buscado opciones para fortalecer el crecimiento en la fe dentro de los sacramentos de iniciación.
El responsable de Medios de Comunicación en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez comentó que lo ocurrido al sur de Italia solo es una medida pastoral, es decir, no aplica de manera universal para la Iglesia católica.
Indicó que sería un despropósito señalar que, a partir del 9 de abril, ya no habrá padrinos o madrinas de bautizo en general. Puesto que desde el inicio del cristianismo, cada vez que una persona asumía la fe cristiana se enfrentaba a una preparación de varios años, explicó.
Figura humana-espiritual
Explicó que una de las funciones de esta figura es engendrar al ahijado a la vida espiritual y lo acompaña en ese proceso de crecer en la parte religiosa; en los tiempos actuales la situación no ha cambiado, se ha buscado que sea una persona que tenga la confirmación, comunión o que no haya una pena canónica, la que haga el acompañamiento.
A nivel local, lo que se ha experimentado —explicó— es que han aparecido algunas limitantes de las personas que buscan estar como madrinas o padrinos, por los ritmos de trabajo o los estilos de vida tan apresurados y que no encajan dentro de los horarios para las pláticas.
En la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, donde se agrupan 23 parroquias, se han buscado opciones para que las familias eviten complicaciones y tengan la facilidad para sumarse a la formación de la fe y puedan acompañar a quienes se van a bautizar, para evitar que los padrinos se queden solo como un requisito o un hecho social que no trascienda a más.